A tan solo unos días para que Gustavo Petro se posesione como presidente de la República de Colombia, el actual mandatario, Iván Duque, habló con El Tiempo sobre lo que deja su gobierno y lo que piensa que serán los próximos cuatro años con el líder de izquierda a la cabeza.
Duque aseguró que Colombia tuvo una repercución económica “sin precedentes” durante su periodo al frente del país y pronosticó que para los próximos años seguirá creciendo por encima del 6,5%. Su balance exalta logros en políticas de seguridad, ambiente e infraestructura.
“El gobierno nuestro va a estar marcado históricamente por haber tenido que enfrentar la mayor crisis que haya afrontado un presidente en la historia de Colombia, que es la pandemia del covid-19 y sus efectos. Cuando a mí me preguntan frente a esa situación, donde vivimos 30 de 48 meses enfrentando esta pandemia, yo creo que lo más importante es que estamos dejando a Colombia como el primer país de América Latina en el índice global de resiliencia frente a la pandemia que tiene Bloomberg, medido en varias cosas (...) creo que ese balance de haber enfrentado esa crisis y haber sacado a Colombia fortalecida de esa situación, yo creo que es la mejor herencia que nosotros estamos dejando”, señaló el vocero de la Economía Naranja.
Ante una pregunta sobre los temas pendientes alrededor de la economía del país, sobre aquello que no lo deja dormir, que lo preocupa constantemente, responde que más que quitarle el sueño, o desvelarlo, lo que le parece peligroso hoy es que el mundo está viviendo una presión inflacionaria y Colombia no es ajena a ello, “sumado también a lo que hoy ya se proyecta como una eventual recesión en los Estados Unidos, porque tener altas tasas de interés, alta inflación y una desaceleración en la economía más importante del mundo que es nuestro principal socio comercial, pues sin lugar a dudas eso le va a atraer retos grandes a nuestro país”.
Sobre la lucha de su gobierno contra la pobreza y las críticas que ha recibido, Duque manifiesta que si bien esta subió en 2020, que fue algo que pasó en todo el mundo con la pandemia, el país cerró el 2021 con 1,4 millones de personas menos en condición de pobreza monetaria, y una cifra de 1,3 millones menos en condición de pobreza extrema.
“(...) el coeficiente de Gini, que es el que mide la desigualdad, muestra que el año 2021 cerró con menos desigualdad que en el año 2019, validando toda esta política social que le presentamos al país y en pobreza multidimensional, logramos cerrar el año 2021 registrando la menor pobreza multidimensional desde que existe esa medición y tampoco son inventos míos, son cifras del Dane”, dijo.
La entrevista se propone hacer un balance en casi todos los temas que hicieron parte de la agenda política del gobierno saliente. Sobre el tema de seguridad, se le pregunta a Duque por cómo queda Colombia y él responde que se sietne satisfecho. Señala que la tasa de homicidios promedio durante estos últimos cuatro años disminuyó drasticamente en relación con los últimos 40 años; la tasa de secuestros fue la más baja desde que se maneja ese indicador en el país; la droga que circula de manera ilegal se controló en gran medida, más allá de que en algunos sitios todavía se mantenga el cultivo ilícito.
Respecto a lo dicho por Gustavo Petro sobre intentar negociar la “Paz total” con los grupos delictivos, Duque manifestó que aquello podría ser “peligrosísimo” y hasta se puede convertir en una patente de corso para los narcotraficantes para así vengarse de la Fuerza Pública y el Estado.
“(...) el negocio del narcotráfico no está para la venta, o sea, si el ‘clan del Golfo’ realmente quiere entrar en un proceso de negociación, entregue las rutas, diga cómo lavaban el dinero, muestre quién los abastecía de precursores, cuenten dónde consiguen la gasolina, quién los protegía cuando instalaban laboratorios, cuáles son sus vínculos con el ‘cartel de Sinaloa’, con ‘la Familia’, con ‘los Zetas’. Pero si aquí simplemente se trata de que se entreguen 500, 1.000 personas y se sometan a la justicia más una reducción de pena, pues ahí lo que estamos viendo es el inicio de una sustitución de franquicias, pero el negocio no está para la venta, es un negocio demasiado lucrativo y por eso hay que enfrentarlo de raíz. Si es que van a hablar de paz con grupos armados criminales, con carteles, lo primero que tiene que haber es un sometimiento pleno a las normas de Colombia”, comentó.
Sobre los temas de infraestructura y relaciones internacionales, especialmente con Nicolás Maduro, en Venezuela, Duque expone frente a lo primero que su gobierno, en cuatro años, dejará lo mismo que Colombia ha presentado en los últimos 30 años, kilómetros y kilómetros de dobles calzadas, segundas calzadas, terceros carriles, obras públicas como el túnel de La Línea.
“Estamos dejando más de 20.000 kilómetros de vías terciarias entre mantenidas y construidas en este cuatrienio, lo que nos pone a nosotros como el cuatrienio en el que más se ha invertido en vías terciarias en Colombia. Es dejarle al país unas obras que son emblemáticas y a Bogotá la mayor inversión que haya hecho gobierno alguno en infraestructura”.
En cuanto a lo segundo, argumenta que él y su gobierno siempre tuvieron buenas relaciones con Venezuela, entendida como el pueblo en sí, pero estar dispuesto a dialogar con un “dictador” es otra cosa.
“Yo nunca he querido tener relaciones con ese delincuente. Maduro es un criminal, es un dictador, es una persona que ha pasado de manera atrabiliaria por la Carta Democrática en América Latina. Que haya relación consular, perfecto, hay que tenerlas. Que si quieren tener una embajada para mediar las diferencias, perfecto. Pero lo que nunca podremos ser como país es un validador, un alcahueta o, lo peor, un indiferente frente a la ignominia que está produciendo esa dictadura”, declaró.
La entrevista cierra con la opinión de Duque sobre cómo cree que será recordado como presidente y su mensaje para los colombianos, en sus últimos días como mandatario.
Sobre lo primero, dice: “Algunos me van a recordar como el presidente que vacunó a Colombia en medio de una pandemia, otros como el presidente que reactivó a Colombia tras una pandemia, otros se acordarán del presidente de la matrícula gratis en la educación superior; otros, del presidente de la paz con legalidad; otros, del presidente que capturó y extraditó a ‘Otoniel; otros, del presidente de los mayores subsidios de vivienda social...”
En ningún momento menciona los errores, pero dice ser objetivo. Su mensaje para los colombianos es “gratitud”, y resalta que durante este tiempo se entregó por completo a su rol. “(...) si en algo pude haber cometido alguna falla, siempre les pediré disculpas, pero sobre todo mi mayor satisfacción es que le he puesto el amor más grande, la dedicación más grande por esta república, por esta nación de la cual me siento profundamente orgulloso”, finalizó.
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