Implican al ELN en el caso de la niña boliviana Zarlet Clavijo, secuestrada hace una década

La madre tiene la esperanza de que el presidente electo, Gustavo Petro, reanude los diálogos con este grupo armado y haga posible una entrega formal

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Zarlet Clavijo, desaparecida hace diez
Zarlet Clavijo, desaparecida hace diez años y presuntamente retenida por el ELN

La boliviana Marcela Martínez lleva diez años buscando a Zarlet Clavijo, hija suya y del exasambleísta del Movimiento al Socialismo (MAS) Evert Clavijo Garcés. Zarlet tenía 17 años cuando desapareció en junio de 2012, en la ciudad de La Paz. No obstante, la madre cree que el ascenso al poder del presidente de izquierdas Gustavo Petro será la oportunidad para recuperar a su hija.

Al inicio de la investigación pensaron que el responsable del plagio era una persona cercana a Zarlet, pero la Fiscalía nunca presentó cargos y la madre se quedó sin respuestas. Martínez se ha encargado de que la investigación en Bolivia por la desaparición de su hija se mantenga abierta, pese a que su legislación señale que debe archivarse a los seis meses en caso de que no existan avances en el proceso.

Ante la angustia de no saber absolutamente nada de su hija, la madre encargó una investigación privada y obtuvo detalles que vincularían al Ejército de Liberación Nacional (ELN), una guerrilla colombiana, con el plagio de su hija.

En una entrevista con la Agencia Efe, Martínez reveló que esa investigación privada la puso en contacto con un hombre al que identificó como Raúl Aguado. Esa persona aseguró que su hija estaba en manos del ELN, en calidad de cautiva, pero que la guerrilla no estuvo directamente implicada en el secuestro de la adolescente: los captores la retuvieron y luego la entregaron a los subversivos colombianos.

“A mi hija la tienen en la frontera, algunas veces en Colombia otras veces en Venezuela, dependiendo de la situación”, aseguró.

Al saber que su hija estaba retenida en el país, Martínez emprendió varios viajes para saber de su paradero y condiciones de cautiverio. Solo en una ocasión pudo ver de lejos a su hija. “Recibí instrucciones muy precisas que tuve que cumplir. Tenía que controlar mis emociones, no podía acercarme, no podía abrazarla, no podía hablarle, no podía nada, solo tenía que ver si era ella, que estaba viva y que estaba bien”, contó.

Según lo que la guerrilla le habría comunicado, su interés en retenerla era político. Su intención era hacer una entrega pública en la que estuvieran involucrados los Gobiernos de Colombia y Bolivia, y que dicha liberación diera pie para un proceso de paz. Desde Bolivia no hubo disposición gubernamental dada la crisis política de 2019. Después, la pandemia puso otra traba al proceso.

Hace un par de semanas, la madre de Zarlet volvió a contactarse con el intermediario. La única información nueva que obtuvo sobre su hija es que está cerca de Barrancabermeja (Santander).

La esperanza de la señora Martínez ahora está depositada en Petro, que ha mostrado disposición para negociar con el ELN. Esta diligencia ha sido correspondida por personajes como Eliécer Erlinto Chamorro, alias Antonio García, uno de sus máximos comandantes.

“Hemos realizado conversaciones durante cinco gobiernos, menos con el de Duque, que se negó a cumplir lo pactado con el anterior gobierno. Y aquí seguimos en la ruta por hacer de Colombia un país más justo, más equitativo y más democrático”, dijo alias Antonio García en Twitter.

Con esta disposición mutua, esta madre cree en la posibilidad de una entrega formal de su hija y se acabe su angustia, aumentada por la indiferencia de la diplomacia y la rama judicial de su país. “Ahora la prioridad por la vía formal es emitir la orden de búsqueda internacional y la orden de cooperación internacional”, mencionó.

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