Bucaramanga le cumplió a la selección Colombia femenina en su lucha por conquistar la Copa América

Pese a la derrota ante Brasil, las ‘Superpoderosas’ dejaron una buena impresión en el Alfonso López

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La afición bumanguesa asistió al Alfonso López para apoyar a la selección Colombia.

Desde muy temprano los alrededores del Alfonso López de Bucaramanga comenzaron a teñirse de amarillo, azul y rojo. Un ambiente fenomenal se tornó para el juego más importante en la historia de la selección Colombia femenina, que a pesar del adversario que tenía al frente, quería darle una alegría más al país con el primer título de Copa América.

Poco a poco las graderías del templo futbolero de los bumangueses se fueron llenando, la locura era total, familias enteras con su camiseta de la Tricolor pagaron la boleta para acompañar al equipo de Nelson Abadía con la ilusión de quedarse con la corona como la mejor selección femenina de Suramérica.

Con instrumentos y a son de música, el público vibró cuando las Superpoderosas saltaron al terreno de juego para iniciar el calentamiento, a la vez que la Verdeamarela hizo lo propio con silbidos de fondo que fueron un abrebocas de lo que iba a hacer el encuentro en el que tendrían a la hinchada en contra los 90 minutos.

Una vez se fueron al camerino, las jugadoras colombianas fueron ovacionadas con gritos y aplausos que hicieron erizar hasta al más escéptico, sin duda alguna era el preludio de una noche maravillosa para el fútbol femenino colombiano.

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El Alfonso López se vistió
El Alfonso López se vistió de amarillo, azul y rojo para apoyar a la selección Colombia. REUTERS/Amanda Perobelli

Era imposible no emocionarse, los asistentes al Alfonso López, estaban de fiesta y con bombas que llevaban los colores de la bandera de Colombia y una ola que iba de orilla a orilla del estadio, los espectadores le hicieron sentir su apoyo al combinado cafetero.

En los actos protocolarios, el himno de Colombia se cantó al unísono y la tribuna oriental acompañó el cántico con un tifo con la bandera nacional para engalanar el marco en el encopetado Alfonso López.

Una vez Laura Fortunato dio el pitazo inicial, Colombia, empujada por su público, no se amilanó ante las más veces campeonas del continente, a la que le jugó desde el primer minuto de igual a igual.

A los 39 minutos Brasil se fue arriba en el marcador con anotación de pena máxima de Debinha, pero no desvaneció la fe del equipo ni de la parcial cafetera que sería alentando con el “Si se puede” desde las tribunas.

La contundencia le jugó una mala pasada al seleccionado colombiano que tuvo acercamientos con peligro sobre la portería Loren,a que se iba a los camerinos con el arco en cero y cerca del título.

Para el complemento el ambiente no se apagó, todo lo contrario, en los aficionados reinaba el optimismo y la esperanza de que las Superpoderosas podrían llevar a empate y por qué no, darle vuelta al marcador, otros querían un final más dramático desde los doce pasos.

Las visitantes no querían tener sorpresas y salieron en busca del segundo tanto que les diera la tranquilidad, así que con silbatina incluida acorralaron a Colombia en los primeros instantes de la segunda mitad.

Con el correr de los minutos la presión de los espectadores se fue haciendo más intensa, Colombia hilvanaba jugabas de riesgo sobre el arco de Brasil, pero carecía de esa pulseada final para llegar al empate, las buenas intenciones de las chicas no eran suficientes.

Al final, Colombia se quedó con las ganas de celebrar, pero el resultado quedó en un segundo plano porque todo un país se maravilló con el pundonor honor del combinado nacional que por tercera vez consigue un subtítulo y ahora deberá enfocarse en el mundial del 2023 en Australia y Nueva Zelanda.

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