Entre arengas y vítores, un grupo de personas estuvo presente a las afueras de la cárcel de Ezeiza, en Buenos Aires, Argentina, para recibir a Facundo Molares Schoenfelden, un ex militante de la extinta guerrilla de las FARC, que hizo parte de una de los bloques más sanguinarios, la Columna Móvil Teófilo Forero y que se desmovilizó hacia el 2017. El 7 de noviembre de 2021 fue detenido por la Organización Internacional de Policía Criminal o Policía Internacional, INTERPOL, llevado a su país en espera de ser extraditado a Colombia, donde la Fiscalía y la Jurisdicción Especial de Paz lo requieren por un delitos referentes al secuestro.
La justicia argentina decidió desestimar el pedido de extradición del gobierno colombiano, que lo requiere por delitos de secuestro, pero, al negar la solicitud se quedó sin sustento para que Molares siguiera privado de la libertad.
El juez Guido Otranto, del Juzgado Federal de Esquel bajo el expediente FCR 8688/2021 determinó:
“HACER LUGAR al pedido de EXCARCELACIÓN presentado por la defensa y DISPONER LA INMEDIATA LIBERTAD de FACUNDO MOLARES SCHOENFELD, imponiéndole como medida de coerción procesal alternativa a su detención: a) que brinde promesa de someterse al procedimiento y de no obstaculizar la investigación, b) la prohibición de salir el país s y c) la obligación de presentarse ante la dependencia de la Policía Federal Argentina próxima a su domicilio una vez por mes -dentro de los primeros cinco días hábiles de cada mes - para dar noticia de su paradero”.
A su salida del Penal en la capital de Argentina, fue recibido con cánticos y aprovechó para mandarle un mensaje a Carmen Villalba, señalada de ser militante del Ejército del Pueblo Paraguayo, EPP, quien está condenada a 18 años de prisión.
Facundo Molares, conocido como alias ‘Camilo Fierro’, hizo parte del extinto grupo subversivo por más de una década, dentro de sus labores se cuenta que era el encargado de adoctrinar a los nuevos militantes y a las comunidades, pues destacaba por su capacidad oratoria.
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Según relatan sus excompañeros de armas, ‘El Argentino’ como también lo llamaban, decidió desmovilizarse por que no estaba de acuerdo con el proceso de paz, pero, la decisión al parecer fue muy controvertida, según relataron en un comunicado entregado por el hoy movimiento político:
“hubo una perturbación de la convivencia por su fuerte temperamento y su renuencia al proceso de paz, por lo cual la decisión tomada fue que él se desplazara a su casa dejando como constancia un acta, documento que se negó a firmar”.
Se volvió fotorreportero en una revista llamada Centenario, en 2019 fue detenido en Bolivia mientras cubría las manifestaciones que terminaron con la salida del mandatario de ese país, Evo Morales, al momento de su captura fue herido por lo que estuvo en delicado estado de salud.
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Una vez se recuperó continuó en ese país un año más privado de su libertad, acusado por terrorismo. Su condición de salud siguió muy deteriorada, según se ve en un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de Argentina, que alega irregularidades en su proceso judicial, por lo que le exigieron al gobierno boliviano el respeto de sus derechos y el debido proceso:
“La nota destaca que la cesación de la prisión preventiva de Molares resulta “particularmente urgente dado su estado de salud, a lo que se suma el impacto de las injustificadas y consecutivas cancelaciones de audiencias convocadas por el Juzgado con ese fin (...) las diferentes omisiones que se verifican en la tramitación de las actuaciones judiciales han consolidado una situación de denegación de justicia en violación de sus derechos humanos. Se le solicitó al Juzgado que se adopten las medidas necesarias tendientes a hacer cesar la denegación de justicia descripta, garantizando al Sr. Molares su derecho humano fundamental de acceso a la justicia y al efectivo ejercicio de todas las garantías del debido proceso”.
Luego de esto fue repatriado a Argentina, pero, el 7 de noviembre del 2021 fue capturado por una circular roja emitida por la Interpol, ya que la justicia colombiana lo requería para responder por un delito de secuestro.
El Juzgado Primero del municipio de Garzón, en el departamento del Huila, emitió la orden de captura por que presuntamente retuvo ilegalmente al diputado Armando Acuña en el año 2009; la investigación de fue llevada por Stein Tafur Peña, fiscal de Florencia, capital de Caquetá, donde recopiló pruebas por 3 años y encontró que el mismo captor fue quien protagonizó la liberación del secuestrado, la cual fue mediada por la senadora Piedad Córdoba.
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