Diez militares fueron imputados por la Jurisdicción Especial para la Paz —JEP— por 46 ejecuciones extrajudiciales cuyos cuerpos fueron entregados en el cementerio de Dabeiba, Antioquia, entre 1997 y 2007. En la diligencia, otro equipo del tribunal mencionó a Mario Montoya, general (r) del Ejército y lo llamó a declarar dentro de esa investigación.
De acuerdo con varios testimonios de comparecientes acogidos a esta justicia transicional, Montoya Uribe ha sido mencionado al menos en 16 casos relacionados con ‘falsos positivos’ mientras estuvo al frente de la Cuarta Brigada con sede en Medellín, entre 2002 y 2003. Sumado a eso, la JEP investigó sobre los posibles vínculos del militar retirado con el asesinato de civiles para ser presentados después como bajas en combate, hallando que él sabía de estas operaciones.
Sumado a eso, él estuvo al tanto de operativos militares sobre los cuales se supo que hubo ‘falsos positivos’ de por medio. Al respecto, el magistrado Alejandro Ramelli precisó que las operaciones que terminaron en asesinatos, como el del civil Edilson Alezander Lezcano, fueron ordenadas desde “una unidad militar que depende directamente de la Cuarta Brigada”.
El asesinato de esta persona se dio en medio de la Operación Mongolia, la cual “le fue reportada directamente a Montoya y él debía adelantar las investigaciones disciplinarias para determinar si existían responsables”, de acuerdo con el magistrado Ramelli.
Le puede interesar: Imagen desfavorable del Congreso durante el gobierno Duque llegó a ser una de las más altas de la historia
El documento en el que la JEP describe la barbarie que rodeó al cementerio Las Mercedes de Dabeiba, se explica que Mario Montoya, al comandar la brigada, era el responsable de todas las operaciones que realizaban los uniformados adscritos a esta unidad. Además, tuvo bajo su mando a un batallón contraguerrilla que actualmente es investigado por la jurisdicción por estar involucrado en al menos dos casos de ‘falsos positivos’.
Se trata del batallón contraguerrilla 26, conocido también como el BGC 26 Arhuacos, conformado en 1991 y que pasó a ser parte de la Cuarta Brigada luego de una toma guerrillera que dejó 54 muertos en Dabeiba en 2000, año en que la unidad estaba adscrita a la Primera División, con sede en Santa Marta.
La JEP investiga dos ‘falsos positivos’, uno de ellos fue, precisamente, el de Lezcano Hurtado, un campesino de 23 años que fue abordado por soldados que después lo mataron para ser presentado como guerrillero abatido en combate.
Adicionalmente, el tribunal de paz ha indicado que se encuentra procediendo con otras investigaciones sobre el general (r) Montoya con el fin de determinar su grado de responsabilidad en más casos de ejecuciones extrajudiciales cometidos en otra partes del país.
Le puede interesar: JEP pedirá a Estados Unidos colaboración para recopilar el testimonio de alias Otoniel
Por otro lado, vale indicar que la Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad de la Jurisdicción Especial para la Paz citó a Montoya los próximos 28 y 29 de septiembre para que entregue su versión frente a la investigación que se adelanta en el marco del subcaso de Antioquia, una de las seis zonas priorizadas en el caso que investiga las ejecuciones extrajudiciales.
“A partir de la información acopiada por la JEP, se logró establecer que cuando el alto oficial fue comandante de la Cuarta Brigada del Ejército Nacional, con sede en Medellín, entre el 1 de enero de 2002 y el 15 de diciembre de 2003, se presentaron crímenes asociados con ‘falsos positivos’ perpetrados por miembros de unidades adscritas a esa unidad militar”, señaló la justicia transicional.
SEGUIR LEYENDO: