Una nueva noche violenta se vivió en el occidente del país con varios ataques a los policías, los más afectados en el último mes tras la arremetida del Clan del Golfo, a través de un plan pistola en el que ya se cuentan unos 26 uniformados asesinados.
Uno de los hostigamientos se reportó en el CAI del barrio Villatina, en el oriente de Medellín, donde habría caído un artefacto explosivo, que al parecer, fue de bajo poder y no provocó mayores afectaciones a la sede policial, como tampoco heridos.
Sin embargo, ante el ruido de la detonación, habitantes del sector grabaron videos en el que se observa los daños leves a la estación.
Aparte de este atentado, en el municipio de Cáceres, también en el departamento de Antioquia, se reportó otro ataque armado, donde los pobladores grabaron videos en los que se puede escuchar ráfagas de fusil.
Una situación similar se registró en el municipio de El Tambo, ya en el departamento de Cauca, en el suroccidente del país, donde hubo otro hostigamiento en contra de los militares en el municipio.
En le revista Semana consultaron con las autoridades quienes les informaron que en esa población caucana insurgentes de la disidencia Carlos Patiño, de las extintas Farc, lanzaron otro artefacto explosivo al Batallón de Despliegue Rápido Número 11.
En la noche del martes también se registró la detonación de un carrobomba en la subestación del corregimiento de La Mata, del municipio de La Gloria, en el departamento de Cesar.
Aunque por el momento no se reportan fallecidos, las autoridades locales informaron que tras el ataque resultaron heridos tres uniformados.
“Se presentó un hecho terrorista que dejó a dos policías heridos. Gracias a la bendición de Dios están fuera de peligro. Un tercer uniformado herido de manera leve. Entramos a exhortar la investigación que ya se inició por parte de la Sijín de este hecho terrorista”, informó Eduardo Emilio Esquivel, secretario de Gobierno de la Gobernación de ese departamento.
Tras esta nueva retaliación, se conocieron varios videos en redes sociales en los que se da cuenta de que además de la detonación del carrobomba contra la sede de los uniformados, se habrían lanzado más artefactos explosivos de fabricación hechiza, también conocidos como ‘tatucos’, y un ataque adicional con disparos de fusil al resto de personal de la subestación.
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