El Fondo Monetario Internacional (FMI) expuso este miércoles su pronóstico de crecimiento sobre las economías de América Latina y el Caribe para el final de 2022 y para 2023. En esta oportunidad, precisó que la economía de Colombia no crecerá 5,8 %, como lo había dicho en abril pasado, sino que tendrá un repunte mayor y crecerá 6,3 %.
Dicha cifra es la mayor entre las economías más fuertes de América Latina. Estas crecerían así:
Argentina: 4 %
Perú: 2,8 %
México: 2,4 %
Chile: 1,8 %
Brasil: 1,7 %
Además, que para 2023 la cifra de crecimiento de la economía de este país sería de 3,5 %, lo que significa que también sería la más alta entre estos países, pues estos tendrán los siguientes crecimientos:
Argentina: 3 %
Perú: 3 %
México: 1,2 %
Brasil: 1,1 %
Chile: 0 %
De acuerdo con el FMI, las economías de América Latina y el Caribe han seguido recuperándose con fuerza tras la pandemia generada por el covid-19, pero los vientos están cambiando, ya que las condiciones financieras mundiales son cada vez más restrictivas y la tendencia alcista de los precios de las materias primas está revirtiéndose, al tiempo que persisten las presiones inflacionarias.
“La reapertura de los sectores que requieren un contacto intensivo —especialmente hostelería y viajes—, la activación de la demanda reprimida por la pandemia y condiciones financieras externas todavía favorables impulsaron una sólida expansión durante el primer semestre del año, permitiendo que la recuperación del sector servicios se equiparara a la de las manufacturas y que el empleo retornara a los niveles previos a la pandemia”, precisó la entidad en su reciente informe elaborado por el jefe de División en el Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Gustavo Adler; el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Ilan Goldfajn, y la subjefa de la División de Estudios Regionales del Departamento del Hemisferio Occidental, Anna Ivanova.
Por eso, destacó que el crecimiento económico interanual en este región se situó en 2,8 % en el primer trimestre, comparado a un 1,7 % promedio en los años anteriores a la pandemia, y los indicadores de alta frecuencia apuntan a que el dinamismo se mantuvo en el segundo trimestre.
Como consecuencia de la solidez del primer semestre del año, y a pesar de que se espera una desaceleración en el segundo, el FMI prevé que la región crecerá 3 % este año, cifra superior al 2,5 % pronosticado en abril.
No obstante, advirtió que la región enfrenta retos importantes, como el endurecimiento de las condiciones financieras mundiales, el descenso del crecimiento mundial, la inflación persistente y la agudización de las tensiones sociales en medio de una creciente inseguridad alimentaria y energética. Estos factores influyen en la rebaja del crecimiento a 2,0 % en 2023, 0,5 puntos porcentuales por debajo de lo previsto en abril.
Recuperaciones desiguales, presiones inflacionarias comunes
De igual manera, el FMI subrayó que la solidez de la recuperación tras la pandemia no ha sido uniforme en la región. Según este, el repunte mundial de los precios de las materias primas tras los fuertes descensos por la pandemia, impulsado aún más por la guerra en Ucrania, ha sido en general favorable a la recuperación de los países exportadores de materias primas (algunas economías de América del Sur), pero ha restringido a los que dependen en mayor medida de las importaciones de esos productos (América Central y las economías del Caribe que dependen del turismo).
También dice que la tendencia al alza de los precios de las materias primas parece estar revirtiéndose, conforme las condiciones financieras mundiales se tornan más restrictivas.
“Entre las principales economías, Chile y Colombia han registrado una recuperación particularmente dinámica, impulsada por el fuerte crecimiento de los servicios y debido en parte al estímulo fiscal de finales de 2021, mientras que la producción en México aún no retorna a los niveles previos a la pandemia ya que los servicios y la construcción permanecen rezagados. Las economías caribeñas también acusan atrasos en su recuperación, puesto que el turismo, pese a un repunte reciente, aún no ha retornado a los niveles previos a la pandemia”, destaca el FMI.
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