Este miércoles 27 de julio, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) alertó de que durante el primer semestre de 2022 se registraron 377 víctimas de artefactos explosivos en el país, lo que representa un incremento del 43 % con relación a este mismo periodo durante el año anterior, coincidiendo con un aumento significativo de la violencia en el territorio nacional.
El CICR señaló que la mayoría de estos casos, en los que se incluyen víctimas de distintos tipos de artefactos explosivos como minas antipersonal, artefactos explosivos lanzados y de detonación controlada, se presentaron en Cauca, Antioquia, Arauca, Norte de Santander y Meta, concentrando el 67 % de las afectaciones, de los cuales 40 eran menores de edad.
“El análisis de la información evidencia varios elementos que llaman la atención. Uno de ellos reveló que la población civil sigue sufriendo los peores efectos de esta realidad, pues el 53 % de las víctimas son civiles. Otro aspecto relevante es el aumento de la afectación por artefactos explosivos lanzados y de detonación controlada, ya que del total de víctimas reportadas el 77 % fueron ocasionadas por este tipo de artefactos”, indicó el CICR.
Asimismo, el CICR advirtió que el desplazamiento y confinamiento forzado sigue representando uno de los flagelos que mayor afectación genera en las comunidades de algunas regiones del país, que han dejado al menos 29.729 víctimas entre enero y junio de este año, siendo las zonas de la región Pacífica las más golpeadas, como el departamento de Nariño, en el que se concentró el 43 % de los casos de desplazamiento forzado.
De igual manera, señaló que 19.210 personas estuvieron confinadas a causa del recrudecimiento de las acciones armadas por parte de los actores armados y de la presencia de artefactos explosivos en sus territorios, siendo el departamento del Chocó el más afectado por este flagelo que se ha mantenido en algunas zonas, mientras que en otras se ha profundizado, como en el departamento de Arauca, en el que se incrementaron los casos 10 veces en comparación de 2021.
“A este complejo panorama humanitario se suma la persistencia de la desaparición de personas. En los primeros seis meses del año, el CICR documentó 61 nuevos casos, todos relacionados con los conflictos armados y la violencia. Los hechos se reportaron en 14 departamentos, registrándose el 72 % de ellos en Arauca, Norte de Santander, Chocó, Cauca, Nariño y Antioquia”, indicó el CICR.
Sin embargo, la organización aclaró que esta cifra no da cuenta del número total de casos que pudieron ocurrir durante el primer semestre de este año, debido a que corresponden únicamente a los casos que conoció el CICR de manera directa, a su vez, denunció que durante este año se intensificaron los ataques en contra de la asistencia de salud, especialmente en el contexto del conflicto armado.
“Durante este periodo fueron asesinados tres pacientes y dos profesionales de salud, además se registraron combates y la presencia de artefactos explosivos en proximidad a las instalaciones sanitarias, lo que afectó seriamente el funcionamiento de los servicios de salud en zonas como Arauca, Cauca y Norte de Santander”, concluyó el CICR.
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