Este miércoles 27 de julio la Fundación La Cueva anunció la apertura de la convocatoria al XI Premio Nacional de Cuento La Cueva, uno de los certámenes más prestigiosos de la narrativa iberoamericana.
Este proyecto, creado en 2011 por Heriberto Fiorillo —director consejero de la Fundación—, busca desde el inicio fortalecer la presencia del cuento, uno de los géneros más antiguos y apasionantes de la literatura, en el panorama de las letras contemporáneas.
El certamen literario se ha consolidado como una cita imprescindible para escritores y escritoras colombianas, sin importar su edad o trayectoria, así como para extranjeros residentes en el país y para colombianos y colombianas que viven en el exterior.
Para esta ocasión, las inscripciones se recibirán únicamente a través de la plataforma habilitada para el caso en la página web de la fundación. Los trabajos presentados deben ser inéditos, con una extensión mínima de tres mil (3.000) caracteres con espacio y máxima de treinta y cinco mil (35.000). La recepción de textos irá desde el miércoles 27 de julio hasta el lunes 26 de septiembre.
Personajes como Gabriel García Márquez, Álvaro Cepeda Samudio, José Félix Fuenmayor, Ramón Vinyes y Alfonso Fuenmayor, destacados miembros del Grupo de Barranquilla, fueron grandes lectores y escritores de cuentos desde los inicios de su carrera literaria hasta sus años de madurez. El premio inspirado en el legado del Grupo y su aporte literario ha visto nacer más de 12 mil relatos provenientes de 30 departamentos colombianos y de países como Argentina, Ecuador, México, España, Alemania, Venezuela, Uruguay, Canadá y Estados Unidos.
El año pasado el premio fue entregado por primera vez a una escritora, la bogotana Yulieth Mora Garzón, con Qué te hizo apagar la luz y quedarte adentro, un relato que, en palabras del Jurado de la X edición, “traza de manera conmovedora la ruta del amor y el desamor entre dos mujeres, con un lenguaje honesto y cargado de sutileza”.
El segundo lugar se lo llevó El contacto, de Laura Bolaño Pérez, filósofa y periodista. Y el tercer lugar lo ocupó la escritora argentina Lucía Vargas Caparroz, con un relato titulado Lo único que hay es este fuego.
Respecto a su participación en el premio, Caparroz manifiesta, en conversación con Infobae, que la experiencia de ser ganadora del tercer puesto del certamen ha sido maravillosa para ella.
“No suelo escribir narrativa corta de ficción, mi trabajo está enfocado en la no ficción y en la poesía; sin embargo, me permití volver al cuento durante el encierro de la pandemia. Trabajé en este texto casi dos años y, gracias al arduo trabajo de corrección y el apoyo de grandes lectorxs y colegas, llegó a ser lo que es. Me siento muy comprometida con mi escritura y realmente fue alentador recibir este reconocimiento. Agradezco infinitamente el apoyo del jurado, de Fundación La Cueva y de todo el equipo de personas que hacen posible este premio”, señaló la argentina, autora del libro Lo que tarda algo en irse, quien aprovechó para invitar a las personas a participar del premio.
Por su parte, Laura Bolaño, que obtuvo el segundo puesto en la edición más reciente, el premio es, sin lugar a dudas, “el premio de narrativa corta más importante del país y es al que todos quienes amamos escribir le apuntamos. El resultado del concurso fue una sorpresa para mí, pues apliqué a él sin ambición alguna. Mi trabajo está más orientado hacia la escritura audiovisual. Yo soy guionista de profesión.
Sin embargo, en un momento en que mi trabajo se volvió más bien frustrante, me permití volver a las raíces de mi oficio y trabajé en un texto que terminé enviando al concurso. La experiencia me ha permitido no solo conocer a un par de escritoras talentosas como son Yulieth y Lucía, sino aprender de su oficio y de su proceso creativo. También me ha dado la oportunidad de conocer personas maravillosas relacionadas con la literatura y, sobre todo, ha sido una invitación para seguir comprometida con mi escritura. El reconocimiento fue una especie de epifanía que me impulsó a seguir escribiendo”.
Entretanto, la ganadora más reciente del primer puesto, Yulieth Mora Garzón, autora de Movimientos involuntarios, cuenta que siempre ha creído que si un texto merece la pena, poco a poco, encontrará su lugar en el mundo. No hay que forzarlo. “(...) me tomé años escribiendo el cuento que ganó y por fin cuando creí haberlo terminado lo envié a la convocatoria de La Cueva; fue como soltarlo. Claro, si uno se presenta a un concurso es porque quiere ganar. Sin embargo, uno apuesta porque tiene la esperanza de ser leído, nunca se trata del dinero.
Yo creo que detrás de los organizadores del premio y de los escritores se trata de una fe ciega por el cuento como género, porque hay pocos estímulos para este. Un día te llaman y te dicen que ganaste y te alegras, pero el siguiente día sabes que lo que tienes que hacer es seguir escribiendo. El premio es un brillo; un destello, es un nuevo aire para el escritor que sabe sobre el fracaso inminente de sentarse a escribir”.
Para comentar las bases de participación y compartir los secretos detrás del juzgamiento de un certamen literario, la Fundación La Cueva celebrará el jueves 4 de agosto a las 7:00 p.m. la tertulia virtual “Instrucciones para triunfar (o fracasar) en un concurso literario?”, junto a los escritores John Jairo Junieles, Beatriz Vanegas Athías y Paul Brito, jurados de ediciones anteriores del Premio.
La conversación será moderada por el escritor barranquillero Fabián Buelvas y se podrá seguir a través de las redes sociales de La Cueva: Facebook, Instagram y YouTube. Se admitirán preguntas de parte de los espectadores.
SEGUIR LEYENDO: