Han pasado cerca de tres semanas desde que la División Mayor de Fútbol Colombiano anunció, tras reunirse con los clubes participantes, que no habría liga femenina para el segundo semestre de 2022. La Dimayor había propuesto un octogonal que iría del 14 de agosto al 2 de octubre, sin embargo, los presidentes de los clubes no habrían aceptado.
“La asamblea extraordinaria de la Dimayor designó a sus cuatro representantes en el Comité Ejecutivo de FCF, para que soliciten a la Federación organizar y realizar una competencia femenina para el segundo semestre de 2022, considerando los elementos discutidos en la reunión”, señaló la entidad en su momento.
Los únicos equipos interesados en participar fueron América y Deportivo Cali, que harán parte de la próxima edición de la Copa Libertadores, además de Cortuluá y Millonarios.
Por su parte, Fernando Jaramillo, presidente de la entidad, ha insistido por medio de varias propuestas la realización de una segunda liga este semestre, pero sus ideas no logran convencer a todos los equipos.
Pese a que los resultados del fútbol femenino en Colombia son más que buenos: una Copa Libertadores, dos subtítulos del mismo torneo y clasificaciones de la selección Colombia a Copas del Mundo en las categorías sub 17 y sub 20, los dirigentes del fútbol nacional optaron por no realizar la liga profesional para el segundo semestre ante la falta de organización.
Esta situación representa un golpe duro para las jugadoras que han venido pidiendo condiciones para trabajar y para los hinchas que estaban mostrando su respaldo al fútbol femenino.
Lo cierto es que la lucha por lograr condiciones dignas lleva varios años. En 2017, cuando se disputó el primer campeonato de liga femenina, los problemas ya eran evidentes, empezando por el formato. Desde entonces, todos los años se ha jugado solo por unos meses, ni siquiera alcanza a ser de un semestre completo.
En 2022, sin embargo, el formato fue mucho más largo. La liga se jugó entre febrero y junio. El campeón de esta edición fue América de Cali.
El gremio de la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro) ha presentado sus quejas ante la escasa duración del campeonato, puesto que hace más compleja la profesionalización del torneo.
Según el informe de Acolfutpro, la mayoría de las jugadoras firmaron un contrato por los 107 días que duró el torneo en 2022. En el resto del año, sin la segunda edición que había sido prometida, deberán buscar otras formas de generar ingresos o emigrar a una liga extranjera.
En el caso de las jugadoras que se encuentran con el equipo nacional en la Copa América, dos son las futbolistas que tendrán que ver qué hacer este segundo semestre, una vez finalice el certamen: Lorena Bedoya, jugadora de Atlético Nacional, y Daniela Montoya, que presta sus servicios al Junior de Barranquilla.
Junto a ellas, son cerca de 400 mujeres, pertenecientes a los otros quince clubes que conforman la liga profesional, las que aún ven con incertidumbre su futuro en el FPC.
Al respecto, una de las defensoras de la selección, Daniela Arias, de cara al partido que el equipo disputó y ganó ante la selección de Argentina, señaló: “Eso es falta de planificación, falta de organización, falta de apoyo (...) la verdad da tristeza”.
Cancelar la liga femenina un día antes del inicio de la Copa América demuestra, en palabras de Carlos González, el director del sindicato, “una improvisación y que definitivamente las mujeres no tienen claridad de que se pueda desarrollar profesionalmente en el fútbol”.
Entretanto, la selección Colombia se enfrentará a Brasil, en la final del torneo continental, el próximo 30 de junio, en el estadio Alfonso López. Y más allá de la alegría colectiva que se vive en el país por la buena actuación del equipo, se mantiene el malestar por la falta de apoyo de los directivos y el respaldo de los homónimos masculinos.
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