Comisión de la Verdad inicia socialización de los hallazgos y recomendaciones del Informe Final en el Eje Cafetero

Con la participación de los comisionados Lucía González y Alejandro Valencia, este martes 26 de julio se realizó la socialización del Informe Final en Pereira y Armenia

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Además de la presentación de los hallazgos y recomendaciones sobre el Informe Final, la Comisión de la Verdad realizó iniciativas en pro de la construcción de paz, “se desarrollaron importantes acuerdos territoriales con la comunidad, las organizaciones sociales y de víctimas, la institucionalidad y otros actores”, señaló la entidad.
Además de la presentación de los hallazgos y recomendaciones sobre el Informe Final, la Comisión de la Verdad realizó iniciativas en pro de la construcción de paz, “se desarrollaron importantes acuerdos territoriales con la comunidad, las organizaciones sociales y de víctimas, la institucionalidad y otros actores”, señaló la entidad.

Con el propósito de socializar los principales hallazgos y recomendaciones recogidas en el Informe Final, así como detallar el trabajo adelantado en el Eje Cafetero, este martes 26 de julio, la Comisión de la Verdad desarrolló dos encuentros en Pereira y Armenia para profundizar sobre las principales conclusiones que arrojó el trabajo desarrollado por la entidad nacida del Acuerdo Final de Paz.

De acuerdo con los datos entregados por la Comisión de la Verdad, el principal hecho victimizante en el Eje Cafetero fue el desplazamiento forzado. Entre 1985 y 2019, Caldas presentó 120.769 víctimas de este hecho; en Quindío, por su parte, se registraron 15.689 víctimas y en Risaralda, 55.129 en el mismo periodo de tiempo. Estos hechos fueron perpetrados en la mayoría por grupos guerrilleros.

Para la entidad estatal, la violencia en esta zona del país obedeció a particularidades sociales, económicas y políticas.

“Un rasgo común ha sido la invisibilización histórica del conflicto y sus impactos, motivada por múltiples factores, entre ellos el interés de élites económicas y políticas regionales de seguir acumulando poder a través de dinámicas que se mueven entre lo legal e ilegal; al deseo de control territorial de los actores ilegales y a una estrategia de algunos actores legales que quieren sostener el imaginario de una institucionalidad fuerte y una región próspera para el turismo”, informó la Comisión de la Verdad por medio de un comunicado.

Durante sus cuatro años de mandato, en el Eje Cafetero, la Comisión de la Verdad realizó 188 entrevistas individuales a víctimas en esta subregión, 34 entrevistas colectivas a organizaciones sociales, comunidades indígenas, expertos y actores armados y un diagnóstico comunitario, entre otras acciones.

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“En estos espacios, la comisión logró articulaciones muy importantes para visibilizar y reconocer lo que ha ocurrido en el marco del conflicto armado, generar propuestas de no repetición, ampliar las reflexiones en temas como la violencia urbana y sociopolítica y los conflictos territoriales; involucrar a diferentes actores y hacerle frente a diferentes problemáticas en una agenda conjunta de paz en la región”. indicó la entidad.

Otro de los hechos victimizantes que más se repitió en el Eje Cafetero fue el homicidio, 10.296 personas fueron asesinadas en Caldas, 8.541 en Risaralda y 3.204 en Quindío entre 1985 y 2018. Los principales responsables de estos hechos fueron grupos paramilitares, las Farc y agentes del Estado.

Luego está la desaparición forzada con 2.344 víctimas en Caldas, 1.729 en Risaralda y 760 en Quindío en el periodo 1985-2016, cometidas principalmente por los paramilitares y las Farc. Por otro lado, el secuestro reportó un total de 1.023 víctimas en Caldas, 622 en Risaralda y 86 en Quindío entre 1990 y 2018.

Además de la presentación de los hallazgos y recomendaciones sobre el Informe Final, la Comisión de la Verdad realizó iniciativas en pro de la construcción de paz, “se desarrollaron importantes acuerdos territoriales con la comunidad, las organizaciones sociales y de víctimas, la institucionalidad y otros actores”, señaló la entidad.

Entre ellos está el ‘Pacto por la no repetición y no continuidad del conflicto’, una hoja de ruta para comprometer y sentar las bases de lo que se debe trabajar para la no continuidad del conflicto en la región.

Este pacto fue definido gracias al trabajo ejecutado con múltiples actores relevantes de la región, entre los que se cuentan empresarios, organizaciones de víctimas, académicos, organizaciones de mujeres, LGBTQ+, derechos humanos, el proyecto incluye acciones a implementar por cada uno de ellos en pro de la consolidación de una región donde la paz y la convivencia pacífica prevalezcan.

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