Este es el peligroso sicario colombiano que pidieron extraditar desde España

En el mes de mayo, en un barrio vulnerable de la isla de Lanzarote, en España, llamado como Argana Alta fue capturado un hombre de origen colombiano señalado como jefe de sicarios y responsable de una decena de homicidios en el país europeo. El hombre identificado como Jesús Alejandro Ramírez, alias Pepe del grupo Los de Monacho, será extraditado a Colombia debido a que el país ibérico aceptó la petición que le hizo el gobierno.

De acuerdo con Europa Press, el Ministerio Público español solicitó al gobierno del país Latino que se vayan adelantando las diligencias para que el sujeto se juzgado por los delitos de homicidio de civiles y policías colombianos, pertenencia a organización criminal y tenencia ilícita de armas de fuego.

La investigación señaló que alías Pepe que tiene 30 años y es oriundo de Restrepo, Valle del Cauca “es sospechoso de haberse integrado como mando medio, en el transcurso de los años 2018 y 2019, en una organización delictiva organizada conocida como Los de Monacho”.

Además, los medios europeos anotaron que la mayoría de los miembros de Los de Monacho, actualmente se encuentran en prisión por los mismos hechos por los que alias Pepe será juzgado en los próximos días. En los documentos se lee que los criminales disponían de “diversas armas que utilizaban de forma indistinta para cometer los referidos crímenes”.

Por otro lado, el extraditable durante su tiempo en dicha organización aprovechó para dar la orden de ejecutar a varias personas en Colombia por motivos relacionados con dominio de territorio y narcotráfico, entre esos estarían algunos miembros de la fuerza pública colombiana. Se presume que pese a que aparentemente solo tenía un cargo medio al interior de la banda criminal, este en algunos casos sería el jefe de los sicarios.

El hombre capturado pasó desapercibido por unos años, pues habría establecido un sofisticado método para mantenerse lo más lejos posible del radar de las autoridades, desde el 20 de septiembre de 2019 cuando habría ingresado a la península, según informó El Día.

No salió de casa para que las autoridades pudieran fotografiarlo o establecer su presencia, trataba de no realizar trámites en los que tuviera que identificarse y se mantenía aislado, al parecer porque sabía que las autoridades le seguían los pasos.

Sin embargo, se cree que este presunto criminal habría tenido el apoyo de miembros del grupo criminal en el que hacía las veces de líder, pues hay pruebas de que posiblemente ordenó homicidios en Colombia desde su residencia en la isla.

No es la primera vez que los países cooperan en casos de extradición, el caso más conocido es el de Carlos Mattos el empresario cesarense acusado de sobornar a jueces de la República para que fallaran en repetidas ocasiones a su favor en un proceso jurídico para quedarse con el negocio de Hyundai en el territorio nacional.

El escándalo estalló cuando se determinó que Mattos habría pagado al menos $2.500 millones entre 2015 y 2016 a varios funcionarios judiciales y al juez Reinaldo Huertas para que desviaran una demanda en contra de Hyundai hacia el despacho de este último, para que el mismo fallara medidas cautelares a favor del primero y ordenara que el fabricante surcoreano no pudiera hacer negocios en Colombia con nadie diferente.

Cuando el caso avanzó y Neocorp continuó buscando la representación de la marca automotriz en Colombia, Mattos respondió con un nuevo juego de tutelas, para que la jueza Ligia del Carmen Hernández ordenara inspeccionar una filial de su competencia. Para ello, le pagó por lo menos $100 millones. No obstante, esta última fue descubierta por la Fiscalía y en 2019 recibió una condena de dos años de prisión.

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