En los últimos días, el Punto Nacional de Contacto (PNC) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en Irlanda, aceptó evaluar la queja interpuesta contra la empresa estatal irlandesa The Electricity Supply Board (ESB) compradora del carbón de la empresa Carbones del Cerrejón, operadora de la mina de carbón a cielo abierto más grande de Latinoamérica, por su falta de debida diligencia en materia de derechos humanos.
Dicha queja fue presentada en enero de 2021 por una coalición de organizaciones nacionales e internacionales, con el respaldo de varios liderazgos de comunidades indígenas wayuu y afrocampesinas que han sido afectadas históricamente por este megaproyecto extractivo de explotación de carbón.
De acuerdo con el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (Cajar), por años ESB ha comprado carbón de la mina ubicada en La Guajira, para utilizarlo en su central eléctrica de Moneypoint en el Condado de Clare.
“El reclamo denuncia el incumplimiento por parte de la empresa, en su calidad de compradora, de los estándares de debida diligencia y conducta empresarial responsable en materia ambiental y de derechos humanos que la OCDE dicta”, afirmó el Cajar.
Para las organizaciones denunciantes, la compra del carbón colombiano por parte de ESB se ha realizado pese a que la compañía ha tenido conocimiento de que dicho carbón proviene de una mina con múltiples evidencias de graves violaciones a derechos humanos y afectaciones ambientales en el territorio de comunidades indígenas wayuu y afrodescendientes.
La líder wayuu, Jakeline Romero Epiayu, afirmó que:
“Los países europeos, con total hipocresía, nos envían mensajes de descarbonización, de abandonar el uso de materiales fósiles, pero repentinamente vuelven a poner a Colombia y a La Guajira en su foco para comprar este carbón que siguen necesitando, este carbón que hemos dicho incansablemente va manchado de sangre, manchado de la vida de hombres, mujeres, niños y niñas Wayuu.”
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Entre las solicitudes que le hicieron los demandantes a la empresa irlandesa se destacan: que ponga fin a su relación comercial con la compra del carbón colombiano, que emita una declaración pública reconociendo la necesidad de este cese, que pida a las empresas matrices de la mina que inicien el cierre progresivo de la misma y remedien sus impactos, que recopile y publique una política eficaz de derechos humanos y que emita una disculpa formal a las comunidades afectadas.
Ante estos señalamientos, la empresa internacional se pronunció en su página oficial y sostuvo:
“ESB es muy consciente de la difícil historia de Colombia que ha tenido graves impactos en su población durante muchos años. También estamos al tanto de los temas reportados en los medios de comunicación en relación con la mina Cerrejón, muchos de los cuales están relacionados con la historia de Colombia. Estamos comprometidos a permanecer atentos a todos estos problemas y continuaremos colaborando con Bettercoal para ejercer influencia e impulsar mejoras. Traemos estos problemas a Bettercoal para su evaluación como algo habitual.”
Hay que anotar que en su reciente visita a La Guajira, en abril de este año, el parlamentario irlandés Gary Gannon criticó a ESB por reiniciar las importaciones de carbón de Cerrejón.
“Hay un doble rasero preocupante en este regreso a Cerrejón. Con razón le decimos no al carbón ruso luego de la invasión de Ucrania, reconociendo el impacto que nuestras decisiones comerciales pueden tener en los derechos humanos. Pero ese estándar debe aplicarse en todas partes, incluso en Colombia”.
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