El defensor del Pueblo, Carlos Camargo, hizo un llamado al Ministerio del Interior para que se convoque de forma urgente y se fortalezca la mesa de diálogo para avanzar en una solución ante el conflicto que está ocurriendo en el El Tetillo, municipio de Padilla, al norte del Cauca, donde comunidades indígenas están invadiendo ingenios azucareros.
La cuenta oficial de Twitter de la Defensoría publicó un hilo en el que se indica el llamado que hizo Camargo: “Ante los hechos ocurridos en Padilla, norte del #Cauca, por inconvenientes entre las comunidades por la ocupación de predios, el Defensor Carlos Camargo solicita que se convoque urgente y se fortalezca la mesa de diálogo para avanzar en la solución de conflictos.”
Carlos Camargo explicó que, “La mesa de diálogo para el norte del Cauca es un espacio para concertar el trámite de los conflictos vinculados a la tierra, pues reconocemos que de allí se deriva el sustento de campesinos y comunidades afrodescendientes en estos territorios”.
En el hilo continúa indicando que: “Hacemos un llamado al @MinInterior a que convoque de manera urgente a la mesa de diálogo institucionalizada con Resolución 0794 del 17 de junio de este año, para los municipios del Norte del Cauca. Esa mesa había sido instalada en mayo. Hay que avanzar en los compromisos.”
Y finaliza reiterando la disponibilidad para acompañar los diálogos de la entidad: “A través de la Delegada para los Grupos Étnicos y la Regional Cauca acompañamos constantemente a las comunidades para verificar la situación de derechos y establecer canales de diálogo. Reiteramos nuestra disposición a seguir presentes en los espacios de diálogo.”
El presidente electo, Gustavo Petro, había hecho un llamado al diálogo para resolver esta problemática, pero a través del “diálogo regional por la paz”, un mecanismo planteado por él, no solamente para llegar a acuerdos con distintos sectores de la sociedad con los que se tienen constantes diferencias, sino también para alcanzar la paz con los grupos armados ilegales.
“Toda solución al conflicto por las tierras debe pasar antes que nada por el dialogo. Invito al movimiento indígena, a Asocaña y a los movimientos sociales del norte del Cauca a iniciar el primer dialogo regional de Colombia por la Paz”, escribió el mandatario a través de su cuenta de Twitter.
Ante este pronunciamiento, el gremio de productores de caña, Asocañas, respondió con su disposición de iniciar un diálogo: “Presidente electo, Gustavo Petro, en Asocaña estamos listos para iniciar el diálogo regional de Colombia por la paz. El norte del Cauca es una región potencia para el país, en la cual queremos seguir trabajando unidos por su productividad, progreso y desarrollo económico y social”, indicó la asociación gremial a través de su cuenta de Twitter.”
El conflicto vivido en el sector El Tetillo
Fuertes enfrentamientos se han registrado entre los trabajadores de los ingenios azucareros y una comunidad indígena, más específicamente en los predios de ingenios azucareros en el sector de El Tetillo, municipio de Padilla, norte del Cauca.
Lo anterior se registró tras la invasión de predios públicos y privados por parte de miembros de la comunidad indígena que aseguran que se están dejando de cultivar comida en las tierras bajas, por lo que se le da prioridad al cultivo de pinos liderados desde la compañía y, además, exigen su salida de la zona.
Por su parte, la Asociación de Cabildos indígenas del Norte de Cauca (Acin) y el Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric) afirman que no se trata de una invasión por gusto, sino de una exigencia de reivindicación histórica por las presiones ejercidas a la comunidad indígena de esa zona por diferentes actores sociales.
Los trabajadores afirman que los grupos indígenas han llegado a fincas privadas para desalojar a los empleados y les dicen que si los ven trabajando les dan de baja, lo que ha desatado la indignación de los empleados.
A pesar de lo anterior, algunos trabajadores aún tienen la duda de quiénes son los que han logrado hacerse con cerca de “5.000 hectáreas de terrenos baldíos, improductivos, que fueron despojados a la fuerza”, dijo uno de los empleados a Semana.
La razón de la duda de gran parte de los trabajadores es que son hombres encapuchados, camuflados y fuertemente armados, por lo que algunos aseguran que no se trata de pueblos indígenas sino de una organización delictiva.
“Es de extrema gravedad que se atente contra la integridad y la vida de nuestros colaboradores, personas que trabajan por el bienestar de sus familias y el desarrollo del norte del Cauca”, la presidenta del ingenio Riopaila, Claudia Calero.
Además, añadió: “esto es un atentado contra la vida, el trabajo, la iniciativa empresarial, la productividad y el progreso de una región que está cansada de las acciones de los violentos”.
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