El presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, tiene interés en resolver el conflicto por los terrenos utilizados para el cultivo industrial de caña de azúcar en el occidente colombiano. Al menos eso dio a entender este sábado 23 de julio a través de su cuenta de Twitter.
El político de izquierda respondió a un video divulgado por un periodista radial, en el cual se veía un enfrentamiento entre los trabajadores de una plantación de caña de azúcar en el sector de El Tetillo, municipio de Padilla (Cauca) contra una comunidad indígena que llegó a ocupar el terreno.
En el video se ve cómo se provoca fuego a cielo abierto y se oye a un habitante del sector asegurando que llegaron a invadirlos y que se requiere presencia de los otros miembros de la comunidad. También se reportó que pidieron la presencia de la fuerza pública en el lugar.
El exalcalde de Bogotá decidió responder a la denuncia mediante una invitación al diálogo entre el movimiento indígena, los movimientos sociales del norte del Cauca y la Asociación de Cultivadores de Caña de Azúcar de Colombia (Asocaña).
“Toda solución al conflicto por las tierras debe pasar antes que nada por el diálogo. Invito al movimiento indígena, a Asocaña y a los movimientos sociales del norte del Cauca a iniciar el primer diálogo regional de Colombia por la Paz”, trinó el presidente electo.
Algunas personas apoyaron la iniciativa de Petro para que estas partes en conflicto se sienten a dialogar. Una de ellas es la senadora del Pacto Histórico, Clara López Obregón, a quien le parece que “los diálogos regionales abren el camino para la solución pacífica de conflictos y la construcción entre diversos de visiones compartidas en todos los campos”.
Incluso el gremio de la caña respondió a la invitación de manera favorable.
“Presidente electo @petrogustavo, en #Asocaña estamos listos para iniciar el diálogo regional de Colombia por la paz. El norte del Cauca es una región potencia para el país, en la cual queremos seguir trabajando unidos por su productividad, progreso y desarrollo económico y social”, respondieron.
Cabe recordar que desde hace varios años, las comunidades indígenas del Cauca, especialmente las nasa, vienen adelantando un proceso al que denominan “liberación de la Madre Tierra”, el cual explica las ocupaciones que tienen lugar en los terrenos de los ingenios azucareros.
Bajo su perspectiva, los colonizadores los despojaron a ellos de sus territorios de formas violentas. Además de acaparar los terrenos, en detrimento de quien no puede comprar una parcela, les han dado un uso irrespetuoso a los suelos desde entonces.
La caña de azúcar es un monocultivo que no se da de forma espontánea. Para mantener un cañaduzal en buen estado es necesario intensificar el uso de fertilizantes y pesticidas, así como acabar con especies de fauna y flora que crezcan en el lugar de forma espontánea.
El proceso de liberación, que empezó desde 2015, consiste en ocupar el terreno por la fuerza, cortar los tallos de caña y usar el terreno para vivienda y cultivos de pancoger.
“Las comunidades están siendo utilizadas por las industrias, especialmente por los ingenios azucareros. Llevan a los trabajadores a marchar, a decir que no más a las ‘tomas de las tierras’, como las llaman, y dicen que se respete el trabajo, pero ellos también son damnificados de esta situación, porque no son beneficiarios de tierras, y de hecho, las comunidades afro son de las más afectadas”, dijo un portavoz de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (Acin) al diario El Tiempo.
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