Este miércoles 20 de julio, el excandidato presidencial Rodolfo Hernández, inició como senador de la República, curul que obtuvo tras el segundo lugar en las elecciones presidenciales. Con respecto a las repercusiones que tiene Hernández de orden judicial ¿qué proceso debe seguir ahora con el nuevo cargo?
En sus primeras declaraciones como senador, el exalcalde de Bucaramanga se centraron en atacar el discurso del presidente saliente Iván Duque, “Yo no sé si el Presidente Duque en su discurso describe a Suiza o Dinamarca, porque en Colombia hay 22 millones de pobres muriendo de hambre”, señaló en sus redes Rodolfo.
El ahora senador por la Liga de Gobernantes Anticorrupción además anunció que estará en la orilla de la oposición al gobierno de Gustavo Petro.
En las horas de la mañana de este jueves 21 de julio se conoció que, por orden del juez 10 Penal del Circuito de Bucaramanga, el proceso en contra de Hernández pasará a los estrados de la Corte Suprema de Justicia, encargada de juzgar a funcionarios del poder público.
Cabe mencionar que, dentro del proceso que se encuentraba imputado por la Fiscalía General de la Nación por el delito de interés indebido en la celebración de contratos. La situación inició en 2016 cuando actuaba como alcalde de Bucaramanga y enfrentaba una crisis sanitaria debido al colapso del relleno sanitario El carrasco, Santander.
Por esta razón Hernández decidió poner en marcha la contratación de un consultor que evaluara varias empresas que pudiesen implementar la tecnología necesaria para convertir las basuras en energía y de allí escoger la mejor.
Para esto dispuso dos contratos, uno para la consultoría (por 336 millones de pesos) y otro para la empresa que trabajaría la tecnología de basuras (por 250 millones de dólares). El escándalo comenzó con el primer contrato: según la Fiscalía, la elección del ingeniero consultor Jorge Alarcón fue ordenada por Rodolfo al gerente de la Empresa de Aseo Municipal de Bucaramanga (EMAB), José Manuel Barrera Arias. El ente investigador añadió que otras dos invitaciones enviadas a ingenieros fueron falsas, para que solo quedara escogido Jorge.
El exmandarrio de Bucaramanga ha insistido en su plena inocencia y, no aceptó los cargos que se le imputaron. Según la Fiscalía, hay evidencia de que habría direccionado el contrato de consultoría 096 de 2016, suscrito entre la EMAB y el ingeniero Jorge Hernán Alarcón Ayala.
Alarcón haría parte de la empresa Vitalogic, organización que tenía la capacidad de desarrollar la tecnología y que aspiró a quedarse con la licitación del segundo contrato, dejando en evidencia el conflicto de intereses. Adicional, luego apareció en escena el hijo de Rodolfo, Luis Carlos Hernández, quien habría creado un contrato de corretaje (intermediario de un negocio) con Luis Andelfo Trujillo y Carlos Gutiérrez, contratistas de Vitalogic, para cobrar 2 millones de dólares de comisión si esta empresa era la escogida para el tratamiento de basuras.
Según las pruebas que ha recogido la Procuraduría General de la Nación, varios integrantes de Vitalogic se habrían reunido en el penthouse de Hernández para acordar la firma del contrato. Además, por medio de los mensajes de Whatsapp de su hijo, también se menciona que el ingeniero comentaba aspectos de la licitación con Luis Carlos, quien posteriormente los compartiría con miembros de Vitalogic.
Cabe resaltar que, según el expediente en agosto de 2020 se generó ruptura de la unidad procesal luego de que la Fiscalía 5 de Administración Pública presentó escrito de acusación contra Rodolfo Hernández. Y se sometió a reparto ante los Juzgados Penales del Circuito con función de conocimiento de Bucaramanga.
Sin embargo, hoy se cuentan los 200 folios y 9 CDS de su caso se deberán trasladar a la Sala de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia para que asuma el conocimiento, por tratarse de un senador en ejercicio. En efecto, de manera automática o por solicitud de su abogado defensor, el proceso cambia de juez. Presuntamente, el excalde de Bucaramaga estaría pensado reforzar su defensa con un abogado penalista.
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