Con la llegada de Gustavo Petro Urrego como el primer presidente de izquierda en Colombia, a la presidencia del Senado llega uno de sus hoy más fieles escuderos: el experimentado senador Roy Barreras Montealegre, que luego de una amplia trayectoria legislativa en diferentes orillas políticas, aterrizó en el Pacto Histórico y desde este 20 de julio, no solo se encargará de garantizar la gobernabilidad del electo jefe de Estado durante el primer año, sino que también será uno de los alfiles clave en el entrante Gobierno nacional.
El trasegar político de Barreras ha dado de qué hablar desde hace años porque ha sido una oda al llamado dinamismo político en el país. Muestra de ello es que ha estado inmerso en algunos de los últimos gobiernos del país, salvo el de Iván Duque (del que fue de sus principales contradictores).
Su primera presidencia en la cámara alta del Congreso la alcanzó con el aval del Partido de la U, el mismo con el que el expresidente Juan Manuel Santos llegó al poder en el año 2010 y se reeligió en el 2014. Barreras logró que en el 2012 buena de la bancada gobernista lo eligiera para seguir preservando, como él mismo lo afirmó en el pasado, el legado del antecesor de Santos, el odiado y amado Álvaro Uribe Vélez.
De hecho, su cercanía con Uribe y Santos fue lo que le ha causado ser objeto de múltiples cuestionamientos: su primer período como congresista fue en el 2006 tras ser elegido como representante a la Cámara, por el Valle del Cauca, con el partido Cambio Radical.
Años después lo expulsaron y aterrizó en el Partido de La U, que se creó en honor al hoy jefe del Centro Democrático y luego sirvió para impulsar la carrera de Santos, hoy único Nóbel de Paz en Colombia tras firmar los acuerdos de paz con la extinta guerrilla de las Farc.
Aquí empezó el ‘camaleonismo’ de Barreras
El médico de profesión se hizo elegir en el Congreso para defender la “obra de Álvaro Uribe”. Es más, fue de los primeros y principales ponentes de la elección y reelección de Santos en el poder. Inclusive, la promoción con la que buscó elegirse en el parlamento colombiano hacía una clara referencia a quien gobernó a Colombia entre el 2002 y 2010 y hoy enfrenta cargos por fraude procesal y manipulación de testigos.
“Tengo y seguiré teniendo la más grande admiración por el presidente Álvaro Uribe, a quien creo de la talla histórica de Bolívar. Y voy a seguir defendiendo su obra de gobierno”, le dijo Barreras a Semana en 2012.
Luego, cuando Uribe y Santos se divorciaron, a Roy Barreras no le quedó otra elección que juntarse al santismo y desde ahí ser impulsor del último gobierno que logró reelegirse en la historia reciente en Colombia. Desde allí, fue de los principales promotores de la firma del acuerdo de paz con los hoy desmovilizados de las Farc. Inclusive, participó en el equipo negociador en La Habana, Cuba.
Es más, en la legislatura que acaba de terminar, Barreras fue ponente de la implementación de las circunscripciones especiales de paz para las víctimas del conflicto armado colombiano.
Sin embargo, sus múltiples logros en el legislativo no lo han alejado de la polémica. Pasó de ser casi fundador del uribismo a tener un fugaz paso por el santismo. Ahora, se refugia en el petrismo, luego de haber sido expulsado junto a su colega Armando Benedetti del Partido de La U, dirigido por Dilian Francisca Toro y hoy eventual aliada de Petro.
En el que fue el tercer intento de Gustavo Petro por gobernar a Colombia, Barreras se convirtió en un eje fundamental de su victoria: no solo le ayudó en todo el tema legislativo y fungió como uno de sus asesores políticos, sino que fue colaborador en varias de las estrategias políticas con las que sacaron a los demás rivales de la arena política como a Sergio Fajardo, Federico Gutiérrez y Alejandro Gaviria.
O, por lo menos, así quedó evidenciado en los llamados petrovideos que, por poco, le cuestan la Presidencia a quien hoy dirigirá el destino de casi 50 millones de colombianos entre el 2022 y 2026: Gustavo Francisco Petro Urrego, que ideó su primera jugadita que le garantizará no solo las mayorías en el Congreso, sino la gobernabilidad que necesita para adelantar las profundas reformas que implementará al convertirse en el primer mandatario de izquierda. Ante las dudas, la táctica fue nombrar a Roy Barreras como nuevo presidente del Senado, a pesar de que varios pesos pesados como Gustavo Bolívar, Alexander López y la misma vicepresidenta Francia Márquez se opusieron.
Este 20 de julio inicia la presidencia en el Senado del también escritor, sociólogo y filósofo del primer período de un Congreso que estará cargado de las llamadas fuerzas alternativas. Es más, Roy Barreras ya se prepara para ser protagonista el próximo 7 de agosto cuando Petro se posesione: dará el discurso de entrada y le fijará la banda presidencial al nuevo presidente de Colombia.
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