El pasado 18 de julio, Julián Esteban Gómez, salió de su casa en compañía de su abuelo y un amigo de la familia para pedalear en favor de sus sueños y entrenar duro para así lograr el podio que Egan Bernal logró en el Tour de Francia para aquel 2019. Desde aquella competencia el niño pedalista se ganó el corazón de los colombianos luego de que se viera llorando en la transmisión nacional por el triunfo de Egan en el Tour de Francia de 2019.
Tal como lo señaló Fernanda Torres, madre del pequeño Julián, presenciar la victoria del también zipaquireño Bernal, le servió de motivación para entrenar arduamente ya así en algún momento lograr el escaño que pocos pedalistas colombianos han logrado. A pesar de esto, el niño Julián Esteban, a sus 12 años, se encontró con un accidente que daría por terminada su vida, pues un vehículo de carga lo atropelló en la vía Zipaquirá-Cajicá.
¿Ya ha pasado un año desde la temprana partida de Julián Esteban, qué ha pasado desde entonces?
Para conmemorar los sueños del niño ciclista, se tramitó a lo largo de este año, la ley que establece la implementación de la política de seguridad vial los ciclistas. La prémisa máxima de esta ley indica: “Conduce a 50, vive al 100″, invitando así a los conductores a respetar los límites de velocidad y a transitar con precaución en las cías utilizadas por los pedalistas como escenario de entrenamiento.
La semana pasada, el presidente de la República, Iván Duque sancionó la Ley Julián Esteban, de numeral 2251 de 2022. Esta ley pide a las autoridades fijar las garantías de seguridad vial que preserven la integridad de los ciclistas.
Así lo expresa el artículo 2 de esta ley: “Las Entidades del Estado, de acuerdo con sus competencias, deben garantizar la protección de la vida, la integridad personal y la salud de todos los residentes en el territorio nacional, promoviendo la circulación de las personas y los vehículos, la calidad de las infraestructuras de la red vial, la seguridad vehicular, para el libre movimiento, circulación y convivencia pacífica de todas las personas sobre las vías públicas”.
Si bien esta ley es un logro importante para los ciclistas que transitan por las carreteras del país, situación que la propia familia de Julián Esteban también celebra, es un desconcierto saber el lento avance que tiene el caso de la muerte de su hijo en la justicia colombiana.
Tras un año del accidente, según explica Fernanda Torres, no se sabe con exactitud cómo ocurrió el siniestro que acabó con la vida de su hijo. La última audiencia se llevó a cabo el pasado 10 de marzo, allí la Fiscalía General de la Nación “argumentó que no había suficientes pruebas. Mi abogado solicitó seguir estudiando el caso”, sostuvo al diario El Tiempo.
En vista de las pruebas que no tiene el ente acusador, ha sido dificultoso para la justicia colombiana establecer la responsabilidad de la persona que conducía el tractocamión, toda vez que no están claras las circunstancias de modo en las que ocurrieron los hechos.
Tal como lo señaló Fernanda el diario ya citado, “Solo sé lo que pasó por mi papá. Él contaba que el niño iba bien y que el de la mula les fue arrimando el vehículo. Lo que sabemos es que el conductor siempre estuvo consciente de que los ciclistas iban al lado de él”.
Si bien la Ley Julián Esteban es un éxito para su familia y para los ciclistas del país, es un lamento para el caso de la familia del niño pedalista no ver avance en el proceso, pues luego de tres meses de la última audiencia celebrada en marzo, no hay fecha fijada para una nueva audiencia.
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