Presidente de Andesco niega que los servicios públicos estén más costosos y ofrezcan menos calidad

Según Camilo Sánchez Ortega, en la cuarentena decretada por el Gobierno nacional para evitar el contagio del covid-19 ningún colombiano se quejó de la calidad de los servicios públicos

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Camilo Sánchez Ortega, presidente de
Camilo Sánchez Ortega, presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones (Andesco). FOTO: ARCHIVO PARTICULAR

En diálogo con Infobae Colombia, el presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones de Colombia (Andesco), Camilo Sánchez Ortega defendió la calidad de los servicios públicos que prestan las empresas en Colombia.

Sánchez Ortega dijo, entre otras cosas, que estas están haciendo grandes inversiones para mejorar la calidad de vida de los colombianos y también descartó que pronto se deba hacer un racionamiento en los servicios de energía o gas.

¿Es cierto que los servicios públicos cada vez son más costosos y de menos calidad?

Es una leyenda urbana eso de que son más malos. La pandemia del covid-19 nos demostró que no es cierto ese comentario. Tuvimos que estar 16 meses en nuestros hogares trabajando, cocinando, bañándonos, recogiendo la basura y nos dimos cuenta que no hubo ningún llamado de atención en ninguna región del país, sino que al contrario, la gente estuvo muy agradecida.

Ya pasó la pandemia y se nos olvida los buenos momentos. Ahora viene la destorcida. Los precios de los servicios públicos, principalmente el de energía, estuvieron congelados unos meses porque, primero, la norma dice que no se puede quitar el servicio a nadie que no pague; segundo, no se puede subir el precio del kilovatio ni del metro cúbico de agua.

La ley también dice que no se puede poner en riesgo la seguridad financiera de las empresas porque es la forma de proteger a los más débiles.

¿Se vienen los aumentos?

Ahora hay que volver a incorporar a la tarifa lo que no se incorporó en ese momento de incertidumbre por la pandemia. En esos momentos de cuarentena por la pandemia, el consumo se disparó y se reflejó en la factura debido a la ecuación precio por cantidad. La gente se desfasó en un momento determinado porque mantenía en uso muchas cosas.

¿Esos aumentos están regulados?

Este es un sector regulado. Aquí las empresas no pueden ganar lo que quieran. Tienen unos márgenes y, adicionalmente, lo que hacen es regulado por la CREG (Comisión de Regulación de Energía y Gas) o la CRA (Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico).

Todo lo que se refiere a inversiones y todo lo que afecte la inflación y se acumule por encima del 3 % es lo que se puede trasladar a la factura.

Se tiene una acumulación. Se están haciendo unas inversiones importantes. Por ejemplo, en la región Caribe, lo que era Electricaribe ahora hay dos empresas muy importantes que están haciendo las inversiones, pero eso se tiene que pagar porque hay que mantener la sostenibilidad financiera.

Lo que menos quieren los empresarios es que se les dispare al cliente el valor de la factura porque si este no tiene plata, no puede pagarla, ya que no puede pagarse por pedazos. O pagan todo o no pagan nada. Si se nos van los precios de las manos esto ocasionaría carteras muy altas y riesgo al sector.

¿Toca alistar el bolsillo para los próximos meses o la solución es irse del país?

Colombia es un país demasiado bueno para soñar con irnos. Hay mucho por hacer. Tenemos que hacer sacrificios. Vamos a tener que poner todos de nuestra parte.

Se va a hacer una reforma tributaria muy fuerte. Hay que tener cuidado con lo que se va a tocar para no matar a la gallina de los huevos de oro.

Lo peor que le puede pasar al país es acabar con el sector productivo, que es el que hace las inversiones y genera el empleo de forma real en nuestra economía. Esperemos que le vaya bien al presidente Gustavo Petro porque si le va mal a él, nos va mal a todos.

¿Cuánto incide el precio del dólar en los servicios públicos?

Incide mucho. Tenemos muchos productos que son importados. En el caso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), la mayoría de los insumos son importados. Esto trae dos repercusiones, pues hay relación entre la inflación del país de origen con la devaluación del peso colombiano. Ahí se tiene un impacto doble.

¿Qué tan fuerte es ese impacto?

Llevamos 12 meses con una devaluación del 20 %. Eso significa unos incrementos muy fuertes en muchos sectores. Por ejemplo, se está hablando de una reforma en la que se le quiere poner el 4 % de IVA a los paquetes de comunicaciones de más de 38.000 pesos y vemos que eso es peligroso porque mucha gente no está dispuesta a pagar más y comprarían otra cosa.

No hay que matar a la gallina de los huevos de oro. Hay que seguir produciendo. Uno no puede cobrar anticipadamente a las utilidades. Estas se dan cuando se dan. Si se le pone impuesto al patrimonio de manera excesiva lo que se hace es que se aludan inversiones o se disminuya el crecimiento del PIB en Colombia.

¿Habrá racionamiento en los servicios públicos?

Por ahora tenemos reservas probadas de energía y gas que están por encima de los 7 años.

El nuevo ministro de Hacienda, como se dijo en campaña electoral, ha dicho que no va a dejar las perforaciones de gas y petróleo, sino que los contratos vigentes se mantendrán y, muy seguramente, a medida que vaya pasando el gobierno, se va a dar cuenta de que la transición hay que hacerla de una manera más acelerada, pero con micha calma.

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