A tan solo unos días de que Gustavo Petro se posesione como el nuevo presidente de los colombianos, un nuevo cruce de mensajes entre el líder de izquierda y el exalcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, aparece en las redes sociales alrededor del tema del Metro de Bogotá.
El pasado sábado, 16 de julio, Petro comentó en un tweet que Quito y Bogotá iniciaron casi al tiempo sus proyectos de Metro, pero a diferencia de los ecuatorianos, en la capital colombiana aún no se han terminado las obras. “La decisión de suspender el proyecto metro subterráneo de Bogotá trajo como consecuencia que los USD 7.000 millones que valía, 14 billones de pesos para el 2016, hoy son 30 billones”, escribió el presidente electo.
Al respecto, Peñalosa le respondió, también por Twitter, que creería que estando de presidente electo, Petro le bajaría a las mentiras. “Pero es un problema patológico”, señaló. “Los estudios de Petro sólo sirvieron para mostrar que ese metro subterráneo era inviable. Hicimos lo que Petro no fue capaz de hacer: contratamos el metro de Bogotá que está en construcción”.
El proyecto sigue generando muchas preguntas. Apenas se está construyendo la Línea 1 y el panorama no está claro. Una de las mayores críticas de Petro tiene que ver con el estado actual de los estudios, que no saben si enfocarse en un metro elevado o subterráneo. La línea 1 tiene estudios en las fases I y II, pero aún hacen falta los de la III, que terminan de dar los detalles necesarios. Se espera que estén listos antes de 2023 para así iniciar con la construcción definitiva del viaducto, que actualmente está en estado de preconstrucción.
Para 2019, el exgerente del Metro que acompañó a Gustavo Petro durante su etapa como alcalde de Bogotá, señaló que ambos proyectos, tanto el elevado como el subterráneo, tenían estudios de ingeniería básica avanzada y que a ambos les faltaban los de ingeniería de detalles. Ricardo Cárdenas resaltó que la diferencia residía en el avance que se estaba teniendo con las bancas internacionales.
“Nuestro gran obstáculo para abrir la licitación fue que no pudimos crear la empresa Metro, cuyo proyecto de creación quedó frenado en el Concejo. Hoy ya existe y está con el nuevo proyecto”, explicó en su momento Cárdenas, en diálogo con El Tiempo.
Sobre las comparaciones que hace Petro con el proyecto del Metro en Quito, de este se puede decir que entre 2010 y 2014 tuvieron un momento clave para estructurar y sacar adelante las fases I y II de la Línea 1. En conversación con este periódico, el gerente de la Empresa Pública Metropolitana del Metro de Quito, Édgar Jácome, comentó que los modelos de contrato de los metros de Bogotá y Quito eran distintos.
“El modelo de Bogotá es de concesión total: se licita con base a unos diseños de ingeniería básica, se elige un ganador y se le da la responsabilidad de los diseños de ingeniería constructiva, construir y luego la operación por 20 años. Mientras que nuestro modelo es de autogestión, fue un contrato de cooperación técnica. Nosotros hicimos los diseños (de detalle) y con eso licitamos y conseguimos los constructores. Esa empresa tiene que resolver el problema de la operación y quien gane esa licitación tendrá que operar el sistema”, dijo.
En 2013 inició la fase I y en 2016 la II, y si bien la infraestructura estuvo lista en 2021, aún hacía falta el operador, que terminó de definirse en julio de 2022.
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