La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) explicó que Riqueza Natural, el primer programa de gran escala enfocado en la conservación de la biodiversidad de ecosistemas únicos y amenazados del Caribe y la Orinoquía colombiana, se convirtió en un caso de éxito para demostrar que es posible conservar y responder a las necesidades socio-económicas de las comunidades que dependen de sus territorios.
Desde 2017, este programa habría impulsado la conservación de los ecosistemas más amenazados de Colombia: el bosque seco tropical en la región del Caribe y las sabanas inundables, los bosques de galería y las selvas transicionales de la Orinoquía.
El programa trabajó en tres paisajes de conservación: Montes de María, Sierra Nevada de Santa Marta, Serranía del Perijá y la Orinoquía, en los departamentos de Arauca, Casanare y Vichada.
Respecto a este programa, Lawrence J. Sacks, director en Colombia USAID, dijo:
“No hay ningún otro país con una riqueza natural más vibrante que la de Colombia. Su megabiodiversidad es un enorme potencial (...), que jalona la economía, protege el medio ambiente y genera oportunidades que apoyan la consolidación de la paz. Este esfuerzo innovador permite soñar con un futuro económico, social y ambientalmente sostenible que contribuye a conservar el patrimonio natural del país y una vida en armonía con la naturaleza”,
Respecto al fortalecimiento del turismo ecológico, desde USAID explicaron que el programa Riqueza Natural desarrolló una estrategia de turismo de naturaleza como hoja de ruta para lograr esfuerzos de conservación duraderos y ofrecer alternativas económicas a las comunidades rurales.
Entre las actividades de turismo de naturaleza que el programa implementó y fortaleció, se encuentran: avistamiento de jaguares y safaris en la Orinoquía, buceo con propósito para restaurar los arrecifes de coral en San Andrés y Providencia afectados por el huracán Iota, actividades de turismo de aves para personas ciegas y servicios turísticos ofrecidos por pueblos indígenas para conservar el bosque de transición de la Orinoquía.
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Al mismo tiempo, Riqueza Natural trabajó con el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo en el desarrollo y publicación del primer Manual para Guías de Turismo de Naturaleza, con el objetivo de incentivar el turismo de naturaleza y conservar la biodiversidad en todo el país.
“Nuestro equipo no busca solo conservar, sino que trabaja de forma interinstitucional para tener un mejor ordenamiento territorial, además de empoderar a la comunidad para que hable en nombre del medio ambiente y pueda no solo planificar el territorio, sino conservar áreas estratégicas en estas regiones”, aseguró Ricardo Sánchez, director del Programa Riqueza Natural de USAID.
La agencia estadounidense aseguró que los pueblos indígenas de esta zona del país participaron activamente en la protección de los ecosistemas mejorando su capacidad de autogobierno, promoviendo diálogos interculturales y desarrollando un programa de liderazgo para los jóvenes.
Para el director del programa, “este trabajo dio como resultado esquemas de conservación innovadores, como los Territorios y Áreas Conservadas por Pueblos Indígenas y Comunidades Locales (TICCA) reconocidas internacionalmente, y emprendimientos productivos que conservan la biodiversidad, incluidas actividades de cacao nativo, café y turismo de naturaleza”.
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