Meses atrás la Policía Nacional había logrado infiltrar el círculo más cercano de Néstor Gregorio Vera, alias Iván Mordisco, lo que ayudó a establecer la ubicación exacta del campamento done el jefe de las disidencias se refugió luego de la muerte en territorio venezolano de Gentil Duarte.
Por esta razón, Mordisco empezó a realizar movimientos en uno de los lugares donde se sentía más seguro y redujo el número de personas que lo acompañaba para que solo los dos de su confianza conocieran su desplazamiento. Sin saberlo, acudió a la ley de inteligencia en ese momento, mientras las autoridades habían reclutado a personas cercanas que entregaron datos claves para el bombardeo en Caquetá.
En la mañana de este viernes 15 de julio, los organismos de inteligencia confirmaron que el pasado fin de semana las Fuerzas Armadas de Colombia le dieron un duro golpe a las disidencias de las Farc, al realizar un bombardeo a un campamento en el que murieron 10 miembros de la antigua guerrilla, incluyendo Néstor Gregorio Vera Hernández, conocido como alias ‘Iván Mordisco’, por el que se ofrecía una recompensa de hasta 3.000 millones de pesos.
“Hubo participación de fuentes humanas. Ha sido un proceso largo y metódico de incorporación de estas personas a la ubicación específica en la que se hizo la operación y sí vamos a pagar la recompensa”, informó el director de la Policía, general Jorge Luis Vargas.
Los hechos, según documentó el Ejército, ocurrieron en la vereda Santa Rita, en San Vicente del Caguán, en el departamento de Caquetá. De acuerdo con información, luego de que los soldados perpetraran el operativo, un grupo de subversivos arribó al lugar de los hechos para llevarse los retos de quien fuera el máximo jefe de las disidencias de las Farc.
Después de una inspección realizada por los militares se encontraron varios elementos personales del temible Iván Mordisco como su boina, su celular y varios computadores, así como la embarcación en la que se transportaba para huir de las autoridades y pasar desapercibido entre las aguas y las selvas colombianas.
Por otro lado, la fuerza pública informó que, dentro de las pruebas que evidenciarían que el individuo está muerto, hay varias grabaciones que interceptaron a las disidencias donde hablan del atentado y de que ahora deberán rendirle cuentas a Alexander Díaz Mendoza, alias Calarcá, que se convertirá en el nuevo jefe de los rufianes que siguen azotando el Caquetá, Cauca y otros departamentos del país.
El general Luis Fernando Navarro Jiménez, comandante de las Fuerzas Militares, relató que desde 2019 las autoridades habían desplegado una persecución al exguerrillero y lograron hacer seguimientos entre Guaviare y Caquetá. Además, señaló que se lanzaron 16 operaciones previas contra el exguerrillero, en las que logró escapar de las autoridades.
“Cuando se toma la decisión de desarrollar la operación estratégica con el esfuerzo principal de la Fuerza Aérea Colombiana, se presentaron dificultades de clima y no pudimos estar en una consolidación oportuna, sino horas después, y es ahí cuando llegan las fuerzas especiales del Ejército con la Policía Nacional y Policía Judicial y es cuando regresamos a revisar absolutamente toda el área objetivo donde estaba este peligroso bandido. Comenzamos a encontrar unos indicios de inteligencia que nos determinaron que existían unas altas probabilidades de que allí se encontraba el bandido”, explicó el general Navarro Jiménez.
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