La extensa temporada de lluvias en Bogotá no solamente está causando un pico de enfermedades respiratorias entre niños y adultos, junto con un colapso de los servicios de urgencias. De acuerdo con el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal, también está aumentando el contagio de moquillo o distemper entre perros de todas las edades y razas.
El moquillo es una enfermedad viral, incurable y altamente contagiosa entre caninos. Los animales son mucho más vulnerables a contraerlo cuando son cachorros, pero todos los perros son vulnerables si no están vacunados. Afecta a uno o varios sistemas, como el respiratorio, digestivo, cutáneo y nervioso, entre otros. Cuando un ejemplar se contagia de moquillo, puede presentar síntomas como pérdida de funcionalidad pulmonar, convulsiones, depresión, dolores musculares inespecíficos, pérdida de equilibrio y coordinación, entre otros.
Un perro con moquillo tiene altas probabilidades de morir por la enfermedad. En caso de que sobreviva, es probable que necesite asistencia de por vida, ya que solamente existen tratamientos paliativos contra el distemper. También es probable que siga contagiando a otros perros por el resto de su vida, ya que tampoco hay formas de eliminar el virus y el animal será portador indefinidamente. Por eso es común que se tome la decisión de sacrificar a un perro enfermo de moquillo.
La enfermedad se contagia entre perros a través de las mucosas, orina, heces fecales y aerosoles —estornudos—. Por eso aumentan los contagios en épocas de lluvia. Los seres humanos no se enferman de moquillo, pero sí pueden contagiar a otros caninos si estuvieron en contacto con fluidos de un animal enfermo.
Bienestar Animal explica que los servicios públicos de cuidado animal son una muestra de lo que ocurre con los perros de la ciudad, “ya que recibe animales en condición de vulnerabilidad de todas las localidades a diario a través de los diferentes programas de atención”. La mitad de los casos de moquillo que han atendido ingresaron por urgencias veterinarias o por el equipo de atención a animales ferales —el programa Capturar, Esterilizar y Soltar—.
En ese orden de ideas, están haciendo un número mayor de muestras de moquillo, así como de brucelosis y parvovirosis, a perros que llegan a consulta y a los que esperan para ser adoptados. También han reforzado la seguridad en las zonas de aislamiento y cuarentena para evitar la propagación de enfermedades. En casos de moquillo sintomático, se han visto en la obligación de aplica eutanasias humanitarias para evitar sufrimiento y contagio a otros caninos.
¿Cómo prevenir que un perro se contagie de moquillo?
Tanto en personas como en animales, un esquema de vacunación completo abre la puerta a una vida más larga y digna. Para evitar el moquillo, los propietarios de perros en Bogotá deben verificar que sus animales de compañía hayan completado sus dosis: una a los 45 días de vida, un refuerzo según criterio médico y otra cada año.
Si el perro muestra síntomas de distemper, se debe evitar que tenga contacto con otros canes dentro o fuera de casa. Además, se debe mantener una limpieza estricta de la orina y las heces. Una buena opción es limpiar con hipoclorito de sodio —la lejía o cloro de toda la vida— o con agua y jabón. También conviene limpiar los zapatos y cambiarse de ropa al llegar a casa, antes de tener contacto con el perro.
Si hay signos respiratorios, gástricos, dermatológicos o del sistema nervioso, como movimientos involuntarios tipo tics o convulsiones, se debe consultar de inmediato veterinario para que realice las pruebas pertinentes.
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