Un operario del aseo del colegio ubicado en el barrio Guaimaral, de Cúcuta, se dio cuenta de que un joven de 15 años estaba agrediendo sexualmente a una menor de cinco años de edad, cuando sus gritos, proveniente de uno de los baños que se disponía a limpiar, lo alertaron. El joven habría aprovechado que la menor estaba sola para cometer su abuso.
Inmediatamente, el operario denunció el hecho ante las directivas del colegio. En varios videos grabados por algunos estudiantes se ve cómo la comunidad estudiantil intentó cobrar justicia por su cuenta. Solamente, alcanzaron a propinarle algunos goles. Los hechos ocurrieron el lunes 11 de julio, según reveló el periódico El Tiempo.
“Ese joven no es de la jornada de la mañana, él estudia en la tarde, qué hace aquí”, se preguntaba una de las estudiantes que grabó un video con su celular.
La menor fue trasladada a un centro médico por sus padres para ser valorada. Entretanto, las directivas del colegio tuvieron que encerrar al presunto agresor en un salón mientras esperaban la llegada de las unidades de infancia y adolescencia de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), debido a que los estudiantes enfurecidos buscaban lincharlo.
El joven fue sacado de la institución por las autoridades para ser conducido al Centro de Servicio Judiciales para Adolescentes (Cespa), en Cúcuta. Mientras salía, un grupo de jóvenes persiguió a la patrulla para intentar golpearlo.
Aquel sujeto estaba bajo libertad vigilada, pues ya hacía parte del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes (SRPA) por haber cometido actos similares, que fueron merecedores para dictarle medida de aseguramiento.
Luis Eduardo Royero, secretario de Educación de Cúcuta, rechazó lo ocurrido y anunció que se adelantará una sesión extraordinaria del Comité de Convivencia municipal para tomar las medias correctivas.
“Primero hay que decir que nos da profundo rechazo este tipo de situaciones dentro de los establecimientos educativos. Se ha hecho una oportuna atención de la ruta de convivencia escolar y llevaremos una sesión extraordinaria del comité para que esta situación sea analizada y así tomar las acciones preventivas y otras que también se requieran”, declaró.
Luego añadió: “nos permitimos manifestar nuestro rotundo rechazo a este tipo de situaciones al interior de los establecimientos educativos. Consideramos, de acuerdo a lo conversado con el rector, que se ha hecho una oportuna activación de la ruta de convivencia escolar”.
Por su parte, el rector de la institución, Serafín Bautista Villamizar, también rechazó los hechos y destacó por medio de un comunicado que “no pasó a mayores” y solicitó el acompañamiento de la Policía de Infancia y Adolescencia en todo el caso.
“En el día de hoy (11 de julio), al punto del mediodía, en el instante de egreso e ingreso de estudiantes, se presentó un intento de violación a una menor de edad, situación reprochable por las directivas, docentes. Por fortuna no pasó a mayores, dejando el caso en manos de la autoridad competente”, dijo el directivo.
Estas palabras no fueron bien recibidas por la comunidad estudiantil y los movimientos feministas de la capital de Norte de Santander, ya que exigen mayor prevención en los casos de violencia contra mujeres.
Además, los estudiantes realizaron este miércoles 13 de julio un plantón a las afueras de la institución, en el que, según recoge Semana, el coordinador académico aseguró que si este acto sexual sucedió fue “porque Dios lo quiso”.
Luisa Gáfaro, integrante de la colectiva feminista El Aquelarre Violeta, cuestionó las estrategias para atender los casos de abuso sexual en los colegios y también criticó al manual de convivencia de la institución. “Por qué el colegio emite un comunicado revictimizando a la persona. No fue un intento, fue un abuso sexual. Varios estudiantes, adolescentes, mujeres, estaban protestando en el colegio y fueron agredidas por la Policía. ¿Dónde estaba el ICBF?¿Dónde estaban las autoridades?”, cuestionó Gáfaro.
Los estudiantes se reunieron en la puerta principal de la sede del colegio desde las 6 de la mañana del martes para mostrar repudio ante el acto. Luego se movilizaron hasta la Alcaldía de Cúcuta. La Defensoría del Pueblo acompañó la manifestación y pidió celeridad en las investigaciones.
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