Cultivos de coca en Colombia bajaron en 11.000 hectáreas, según la Casa Blanca

Según la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca, en el país hubo una reducción de cultivos ilícitos del 4,5 % en 2021 en comparación a 2020

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Foto de archivo. Una imagen
Foto de archivo. Una imagen área muestra un cultivo de hoja de coca en zona rural de Tumaco, en el departamento de Nariño, Colombia, 13 de diciembre, 2021. REUTERS/Luisa González

La Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca (Ondcp, por sus siglas en inglés) publicó este jueves el resultado de las estimaciones sobre el cultivo de coca y la producción potencial de cocaína en Colombia, Perú y Bolivia.

Esa dependencia aseguró que la cantidad de hectáreas cultivadas de esta planta pasó de 245 mil en 2020 a 234 mil en 2021, lo que representa una reducción de 11 mil hectáreas, es decir, 4,5 %. Aquella disminución también repercutió en la producción, pues se pasó de 994 toneladas métricas identificadas en 2020 a 972 en 2021, una reducción de 22 hectáreas menos.

Esta noticia representa un buen indicador para el Gobierno de Iván Duque, teniendo en cuenta que para 2018, cuando asumió su mandato, el número de hectáreas de estos cultivos venía creciendo durante los años anteriores.

Colombia sigue siendo un aliado y socio cercano de Estados Unidos para reducir y reemplazar el cultivo de coca y la producción de cocaína. En 2021, el Gobierno de Colombia reportó más de 103.000 hectáreas de erradicación manual, 757 toneladas métricas de cocaína y base de cocaína incautadas y más de 5.700 laboratorios de drogas destruidos, agregó el documento.

Por otra parte, la Ondcp “destaca la importancia de implementar la estrategia bilateral holística para ayudar a los colombianos a establecer medios de vida seguros y productivos, aumentando la presencia del estado e invirtiendo en seguridad rural, justicia y desarrollo. Bajo la estrategia, EE. UU. también apoya los esfuerzos del gobierno colombiano para rastrear y contrarrestar los delitos ambientales que sostienen a los grupos narcotraficantes y que tienen un impacto perjudicial en el medio ambiente de Colombia y la región amazónica”, complementa la entidad.

De igual forma, la Casa Blanca recomendó al Gobierno colombiano implementar labores para la erradicación por medio de la seguridad ciudadana y la construcción de paz en las zonas más afectadas por el conflicto.

Al término del Consejo de Seguridad de la ONU, la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez resaltó que el trabajo del gobierno Duque se logró “a pesar de no contar con lo que en el pasado tuvimos, que era la fumigación. Durante estos cuatro años no se pudo hacer fumigación y eso requiere un esfuerzo mayor”.

Y agregó que la lucha contra el narcotráfico “tiene que ser de toda la comunidad internacional previniendo el consumo, señalando el daño ambiental que hace el narcotráfico”. Además, resaltó que “las finanzas del narcotráfico se invierten en paraísos fiscales, en activos inmobiliarios y financieros en países desarrollados y no en Colombia”.

Duque y la fumigación

Cabe recordar que a partir de 2015, el Gobierno de Juan Manuel Santos prohibió el uso del glifosato para la erradicación de cultivos ilícitos en el país, cumpliendo con una orden la Corte Constitucional, que además atendía las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, que lo calificó como “probablemente cancerígeno para los humanos”.

Sin embargo, en abril de 2021 se volvió a usar glifosato mediante un decreto presidencial, gracias a un plan propuesto por la Policía Nacional para volver a las aspersiones, regulando “el control de riesgos para la salud y el medio ambiente”, que logró la aprobación de la ANLA. Aquel plan fue objeto de múltiples tutelas, que llevaron a que la Corte Constitucional prohibiera el uso del herbicida nuevamente en enero de 2022.

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