Para septiembre de este año, se vence el contrato de la Planta de Tratamiento de Agua Residual Ptar Salitre, pero la obra tiene varios problemas, que se han hecho públicos en las últimas semanas y han puesto en riesgo tanto el presupuesto invertido, que han terminado por pagar en gran parte los habitantes de la capital, como su operación futura.
La obra tuvo que ser entregada en septiembre de 2021, pero en esa fecha la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá no la recibió porque la interventoría planteó varios reparos al estado de sus equipos y otras condiciones técnicas.
La Ptar Salitre se construyó en el año 2000, pero por el crecimiento de la ciudad y la sentencia de descontaminación del río Bogotá, se decidió ampliar su capacidad con una segunda fase, de la cual se encargó Consorcio Expansión PTAR Salitre (CEPS) desde el año 2016 con un contrato a cardo de la CAR por alrededor de 1,5 billones. Inicialmente la planta trataba 4,3 metros cúbicos y tras finalizar la obra debía superar los 7.
Sería la encargada de tratar el 30 % de las aguas residuales de la ciudad y reducir en más de un 60 % la contaminación del agua para devolverla al Río, mientras del resto se encargaría la Ptar Canoas. Pero a la fecha, según la EAAB, no cumple con las condiciones para hacerlo y el contrato está a punto de terminarse por lo que se advierten incumplimientos.
Aunque el EAAB se negó a recibir la obra a satisfacción, una sentencia del Tribunal de Cundinamarca ordenó al Acueducto distrital iniciar la operación y desde el 16 de diciembre se ha encargado de su operación, pero la situación no ha sido fácil.
El acueducto no sabía como operar la planta y durante el proceso de empalme, según sostuvo la gerente de la EAAB Cristina Arango, no se entregaron los manuales de operación y mantenimiento que son fundamentales para realizar el proceso.
En ese sentido, fue necesario suscribir un contrato de asesoría que costó alrededor de 7.000 millones de pesos. “Es fundamental para que como bogotanos recibamos esa planta de manera adecuada, no es de interventoría, es para establecer las condiciones de operación para que a futuro podamos operar lo más eficiente posible”, señaló la funcionaria.
Pero los problemas no terminan allí, de acuerdo con el Acueducto, la planta no ha alcanzado el nivel de tratamiento y apenas llega a los 5 metros cúbicos, porque hay equipos en estado crítico, “fundamentales para la operación de dicha planta en donde hay varios que tienen fallas recurrentes, están sin garantías y otros incluso que nunca han funcionado”, señaló Arango.
De acuerdo con el diario El Espectador, la gerente del CEPS Gloria Giraldo señaló que en el 2020 la planta operaba correctamente, los equipos fueron certificados por la Sociedad Colombiana de Ingenieros y los daños se produjeron cuando llegó el EAAB a operar y la garantía no cubría esos daños.
Lo cierto es que la llegada, no prevista, del Acueducto para la operación de la planta es uno de los aspectos que ha generado preocupación para el futuro de la Ptar Salitre. La Procuraduría alertó el pasado 24 de junio que la decisión de la magistrada Nelly Villamizar que ordenó al interventor expedir el certificado de aceptación y la entrada de operación por la empresa distrital, “puede poner en riesgo su buen funcionamiento, aduciendo los riesgos técnicos que implica la entrega presurosa y sin asidero contractual de la planta”.
El EAAB sostiene que el sistema de operación genera error, por lo que tiene un alto componente manual que genera riesgo de estabilidad. Así como que no se ha terminado la construcción de la planta y falta terminar la conexión entre las dos fases.
En medio de todo el problema, el consorcio constructor también denunció una presunta irregularidad al decir que los costos de operación los estaban asumiendo los ciudadanos en la tarifa de servicio y, por ende, los “costos inherentes a la operación que no pueden ser cargados a un contrato de obra pública”.
Por su parte, la EAAB sostuvo que “la tarifa que le cobramos a los usuarios está regulada legalmente y refleja los costos de operación de los servicios de acueducto y alcantarillado”, pero sostuvo que la operación y mantenimiento de la Ptar Salitre sí se han visto reflejados en la tarifa.
“La incorporación de la operación de la operación de la planta de tratamiento tuvo un efecto en la tarifa de alrededor de 194 pesos por metro cúbico, esto debido a que se incluyó en la tarifa todo lo relacionado con químicos, personal, mantenimientos entre otros necesarios para poder operar dicha planta”, señaló Arango.
Según la funcionaria, se han hecho más de 876 mantenimientos de manera preventiva, así como mantenimientos en los que se han asumido costos de energía, químicos y otros. Pero en cuanto al reemplazo de equipos no se ha podido realizar por su costo, mientras que se está pendiente qué pasará con los recursos de 1.5 billones que costó la construcción y sus retrasos.
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