En horas de la mañana de este martes, 12 de julio, la Defensoría del Pueblo emitió una alarma temprana en la que advierte la expansión de las disidencias de las Farc que buscan tomar el control del territorio en el sur del departamento del Tolima.
Puntualmente, los grupos que buscan llegar a la parte baja del departamento son la Segunda Marquetalia de Iván Márquez y el Comando Coordinado de Occidente. Las cabeceras municipales sobre las que recae esta alerta son Planadas, Ataco, Rioblanco y Chaparral. Frente a estos movimientos que, según indica la Defensoría del Pueblo, han venido realizando ambos grupos residuales, es importante precisar que a lo largo de la historia, la extinta guerrilla de las Farc ejerció una dura presencia en ese departamento.
De acuerdo con el comunicado 412 de 2022, la presencia de estas organizaciones ha venido creciendo de manera importante para recuperar el control ilegal que ejercían antes de la firma del acuerdo de paz firmado en el año 2016.
La eventual ocupación de las disidencias, tal como lo denuncia el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo, representa una amenaza para la integridad de los líderes sociales que habitan en la zona, toda vez que resulta un “alto riesgo de desplazamiento forzado” para la población civil que vive en los municipios en el sur del Tolima.
“Desde el Sistema de Alertas Tempranas (SAT), identificamos alto riesgo de desplazamiento forzado de la población civil, amenazas y atentados contra la vida e integridad de líderes sociales. También existen riesgos para las personas en proceso de reincorporación; de reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes; de extorsiones y la utilización de armas no convencionales”, señaló el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo.
La institución adscrita al Ministerio Público logró determinar, a través de sus observaciones en territorio, que ambas estructuras disidentes han impuesto normas de control social y entregan panfletos a la población civil en la que advierten de las actividades no permitidas para los ciudadanos.
En los últimos meses los grupos armados residuales habrían conformado algunas ‘comisiones’ en localidades rurales con las que pretenden ir reconfortando el control hegemónico que en algún momento tuvo las extintas Farc. De esta manera evidencian su presencia ante la comunidad, pero dificultan la labor de las Fuerzas Militares para que puedan ser identificados.
En el comunicado publicado por la Defensoría también se advierte el incremento de los homicidios en los municipios de Ataco, Chaparral, Planadas y Rioblanco. Mientras en el año 2020 se ocasionaron 28 muertes violentas en las cabeceras municipales, para el 2021 se presentaron 41 casos de homicidios.
Para mitigar los riesgos que amenazan a la población civil, la Defensoría del Pueblo informó que envió cincuenta recomendaciones a las alcaldías municipales, a la Gobernación del Tolima y a varias entidades del Estado para solicitar la coordinación de acciones que permitan atender esta situación de riesgo. La entidad del Ministerio Público también pidió detallar los recursos humanos y financieros que piensan implementar las instituciones locales y estatales para evitar posibles vulneraciones a la población civil.
En pasados meses el alcalde de Chaparral ya había denunciado la presencia, a través de reuniones con sus pobladores, de estos grupos armados. Así lo denunció el alcalde de Chaparral a mediados de febrero del presente año.
“Seguimos recibiendo denuncias por la presencia de grupos armados en la zona rural; los llaman a darles unas charlas y a hacerles unas exigencias de tipo económico. Esto ya lo viene trabajando el Ejército y la Policía Nacional”, Hugo Fernando Arce, alcalde de Chaparral (Tolima).
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