Con el nombramiento del nuevo gabinete que conformará el gobierno entrante de Gustavo Petro, comentarios en contra y críticas han relucido en la esfera pública con varios de los integrantes. La más reciente polémica se disparó con Carolina Corcho, quien dirigirá el Ministerio de Salud, luego de que le hayan recalcado varios de los errores que cometió en el pasado, pero ahora, sin siquiera haber nombrado a un ministro/ministra, una nueva situación surgió con el Ministerio de Ciencia.
Recientemente la Silla Vacía publicó un artículo donde se comentaba que la vicepresidenta electa Francia Márquez estaría intentando impulsar el nombramiento de Irene Vélez como la nueva ministra. Esto no representaría ningún inconveniente si Vélez estuviese inmiscuida en el ámbito , pero la filósofa de profesión se ha plantado como una investigadora activista y tendría en mente cambiar de manera radical el rumbo de MinCiencias, enfocándolo fuera de lo que ellos mismos denominaron la “ciencia hegemónica”.
Por medio de un documento de visión política oficial del Pacto Histórico llamado: “Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SNTCI) para el buen vivir, el vivir sabroso y el ejercicio efectivo de una democracia multicolor”, Vélez apunta a la implementación de una nueva estrategia científica que saldría de los lineamientos tradicionales modernos y llevaría la aplicación de la ciencia por medio de otros saberes ancestrales y epistemológicos:
“Nuestra ciencia se compromete con fomentar un pluralismo epistémico, en el cual las ciencias y las disciplinas tengan lugar para aportar a un nuevo pacto de la sociedad con la naturaleza, en diálogo con los saberes popular, tradicional, ancestral y artístico... esto conlleva exhortar la relevancia, pero también identificar los límites de la ciencia y la tecnología, reconociendo que no todas las soluciones, ni necesariamente las mejores, han surgido en conocimiento científico moderno”
Esta idea de alejar el ministerio de la ciencia tradicional causó una discusión bastante polémica en las redes sociales. En Twitter varias personas criticaron el nuevo objetivo de MinCiencias y mensajes como: “Igual uno no se sorprende de lo de Minciencias. Esa gente, si a algo es alérgica, es al método científico y a los datos” y “Tras que dan 3 pesos a la ciencia en este país, Minciencias tampoco debe ser la institución que cargue con la responsabilidad de reivindicar saberes ancestrales y la medicina tradicional, teniendo tanto por desarrollar en investigación biomédica en el país”, demostraron la inconformidad de algunos colombianos.
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Incluso, dentro del propio gremio científico se generó una fuerte preocupación por lo propuesto. Juan Manuel Anaya, científico de profesión, afirmó a Infobae Colombia que lo pretendido en el documento de visión política del Pacto Histórico es una “crónica de un descalabro anunciado”:
“Esto es una pena. ¿En qué rednovela se ha convertido los nombramientos de MinCiencias? Somos lo que nos merecemos... Si en la ciencia hay tensiones en la política mucho más”
Además, afirmó que la intención de Vélez de conseguir el ministerio es algo bastante ‘atrevido’, teniendo en cuenta sus relaciones con la vicepresidenta electa:
“El ser compañera de estudio y de inquietudes de Francia Márquez y que su padre sea el brazo izquierdo de la vicepresidenta, además de tener la desfachatez de pretender hacerse elegir ministra por firmas, es, por decir lo menos, atrevido”
Finalmente, confirmó que para él, el senador Iván Agudelo debería ser la persona a cargo de MinCiencias, ya que en su carrera política pasada ha aportado al crecimiento de esta rama en el país y está perfilado como uno de los que mejor se ajustan al puesto que todavía queda pendiente por confirmar por parte de Gustavo Petro:
“Al senador Agudelo lo conozco, y he admirado todo lo que ha hecho por el país, tanto la ley que permitió la creación de MinCiencias, como tantas otras, como, por ejemplo, la ley que restituyó la enseñanza de la Historia, la ley de Spin-off, la ley de Seguridad Farmacéutica (todavía en curso), y otras. A Irene Vélez, la competidora y aspirante al cargo de Ministra, no la conocía, pero no ha sido difícil saber quién es. Ella misma se reconoce como activista, más que como científica”.
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