Una considerable emergencia ocurrió este domingo en aguas del mar Caribe colombiano. Un buque de bandera de Chipre encalló en la zona de Bocas de Ceniza y generó durante varias horas la suspensión del tránsito de embarcaciones, tanto de entrada como de salida de Colombia.
Por fortuna, luego de varias horas la emergencia se logró superar gracias a la reacción de la Dirección Marítima (Dimar), que por medio de la Capitanía de Puero de Barranquilla, informó que la embarcación fue trasladada a la zona de fondeo extrema para una inspección subacuática y así verificar si presenta algún daño en su estructura.
El periódico El Heraldo informó que tras la superación de la emergencia, se volvió a habilitar el tránsito normal de embarcaciones por la zona portuaria de Barranquilla tras varias horas de cierre.
La situación, a su vez, conllevó a activar los respectivos protocolos de emergencia. Cinco remolcadores fueron los encargados de asistir a la embarcación, en conjunto con la estación de tráfico marino y el apoyo de los pilotos prácticos.
La emergencia
La Capitanía de Puerto de Barranquilla informó que la embarcación –que navega con bandera de Chipre y cuenta con 8 metros de calado– salía de la capital del Atlántico con destino al puerto brasileño de Usiba, cargado con 21.881 toneladas de carbón coque.
“Se encalló durante la maniobra de zarpe del puerto de Barranquilla, situación que llevó a activar los respectivos protocolos de emergencia con cinco remolcadores de la jurisdicción, la estación de tráfico marino y el apoyo de los pilotos prácticos”, expuso la entidad a través de un comunicado de prensa.
Entre tanto, el jefe de la Oficina de Asuntos Portuarios de Barranquilla, José Curvelo, sostuvo que este caso se presentó sobre las 7 de la mañana en la zona oriental de Bocas de Ceniza. “En este momento hay remolcadores tratando de desencallar la embarcación y permitir que continúe la operación del puerto de Barranquilla”, agregó el funcionario.
Mensaje de seguridad
La emergencia se registró justo un día después de que la Dirección Marítima General (Dimar) emitiera un nuevo mensaje de seguridad y redujo el calado operacional a 8 metros debido a que se ha evidenciado una alta tasa de sedimentación.
“El invierno ha estado bastante fuerte y eso requiere de doblar los esfuerzos. La sedimentación ha sido muy alta en el último mes; el sedimento se ha concentrado en el sector de Bocas de Ceniza, lo que ha afectado la profundidad y bajando el calado”, sostuvo Curvelo.
Indicó, además, que por las condiciones adversas se tuvo que desviar un buque de 9.2 metros de calado, el cual estaba programado para ingresar a la zona portuaria de la capital del Atlántico.
Hace un mes, precisamente, las autoridades decidieron intervenir el Río Magdalena, haciendo trabajos de dragado que redujeron la cantidad de sedimentos que permitieron ese aumento del calado que llegó a 9,2 metros.
Esta problemática se viene presentando hace varios años en este puerto, lo cual había dejado perdidas por 18 millones de dólares el año pasado. Además, genera desabastecimiento de productos como combustibles, generando aumentos en los costos, principalmente en los fletes.
“La Dirección General Marítima (Dimar), a través de la Capitanía de Puerto de Barranquilla, informa que de acuerdo con los análisis realizados por el alta dinámica en el tránsito de embarcaciones, sedimentación, cambios en los niveles del río Magdalena (análisis de planos batimétricos tomados diariamente del canal de acceso al Puerto) y trabajos realizados durante el dragado (...) Se procederá a realizar análisis en la maniobrabilidad de cada embarcación que se encuentre sobre los límites máximos permitidos y se estará informando sobre los avances del sector de acuerdo con las intervenciones y afectaciones que se vienen presentando; asimismo, se estará informando previamente las consideraciones de seguridad que requieran ser adoptadas”, había informado la Dimar en junio pasado.
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