5 de mayo de 2021. El paro nacional de ese año entró en un punto alto de efervescencia no solo por las decisiones del gobierno Duque respecto de la Reforma Tributaria que, debido a la presión de miles de personas en las calles, fue tumbada, sino por los constantes casos de abuso policial que fueron presenciados en decenas de marchas y a través de redes sociales. Ese día, en Pereira se realizó una manifestación pacífica que después se convirtió en tragedia: sicarios atentaron contra dos personas, incluyendo Lucas Villa en el Viaducto César Gaviria.
Ocho disparos dejaron al estudiante de la Universidad Tecnológica de Pereira en estado crítico, falleciendo días más tarde. Minutos después de ocurrido el hecho, dos llamadas entraron al servicio de emergencias de la ciudad; la primera fue atendida por la patrullera Sandra Cruz, en tanto que la segunda fue recibida por Johanna Gómez. En ambas, quienes marcaron a la línea indicaron que se necesitaba con urgencia una ambulancia y que acababan “de asesinar a dos muchachos en el pleno Viaducto” según dio a conocer El Espectador.
Tanto estas, como otras conversaciones sostenidas entre uniformados de la Policía, hacen parte del registro de comunicaciones sostenidas la noche del 5 de mayo cuando le dispararon a Lucas Villa y a Felipe Castaño. De acuerdo con dichos audios mostrados por el medio de comunicación citado, en la cadena de mando se habrían cometido serias omisiones al momento de atender el atentado. De hecho, en las grabaciones se evidencia que varios patrulleros recibieron órdenes de no acercarse al lugar de los hechos y mucho menos de atender a las víctimas.
Las comunicaciones entre los cuadrantes y los altos mandos en el PMU
El primero en reportar la anomalía en el sitio fue el Cuadrante 14: un motorizado que pasó cerca indicó a las 7:38 p.m —seis minutos después del atentado contra Villa— que “hay como alguna novedad por el Viaducto”. Posteriormente, este mismo cuadrante y el 10 procedieron a dirigirse hacia el punto donde estaban las víctimas, pero desde la central les dieron una orden disuasiva: no acercarse mucho; “no falta que nos estén esperando a nosotros”.
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Desde la central, respondieron también que no se podían acercar al sitio, entregando una explicación que no concordaba con lo que en realidad estaba pasando en el Viaducto: “No lleguemos, no lleguemos, al parecer hay una persona lesionada ahí manipulando unos elementos, unos explosivos o algo así, no lleguemos las unidades”, compartió Colombia +20 de El Espectador.
Los cuadrantes, acto seguido, pidieron indicaciones, recibiendo como respuesta que cualquier consulta debía hacerse ante el PMU —liderado por el coronel Aníbal Villamizar—, añadiendo que estarían cerca al lugar que, para ese momento, estaba concentrado con decenas de personas y manifestantes auxiliando a los heridos. Después, la orden fue clara para las unidades que rodeaban el lugar: “Retiremos, es tan amable, de ese sector, de pronto va y dicen que fue la Policía o algo por el estilo, entonces retirémonos, dejemos solo ese sector”.
Casi 10 minutos después de los disparos, el cuadrante 14 —primero en reportar la incidencia— anunció su retirada. Estaban a 300 metros del viaducto, a lo que la central contestó “Dios lo hizo y ellos solitos se joden”, lo cual haría referencia al atentado contra Villa, Andrés Felipe Castaño y David Clavijo.
Otra unidad llegó al Viaducto, pero la orden fue de retirarse
A las 7:50 p.m. —ocho minutos después de la retirada del cuadrante 14—, otra unidad llegó al sitio donde el estudiante de Ciencias del Deporte, pero le transmitieron la misma directriz: alejarse.
“(...) al parecer ya lo trasladaron, estaba manipulando algún artefacto, no sé qué es lo que sucedió en el 20 (...) entonces están esperando que llegue la Policía, para informar que de pronto fue la Policía (...) o sea, se autolesionó”, fue lo que le comunicaron a aquella unidad. En esa conversación —según el medio citado— intervino también un contingente de reacción encabezado por un oficial, quien dijo: “El tema es que yo me muevo con la reacción y después me achacan a mí los muertos, es que están muertos (...) necesito tener la orden clara, cómo va a ser el proceder ahí”.
Dichas grabaciones muestran que el Puesto de Mando Unificado y el coronel Villamizar tuvieron conocicimiento del atentado inmediatamente. Un radioperador se comunicó dos veces con la central para reportar el ataque, a lo que esta última contestó que “ya se está manejando la información” y que “ya los jefes tienen conocimiento”. Veinte minutos después de esta comunicación, un mayor que también estaba al tanto del hecho preguntó cómo estaba el Viaducto.
La respuesta de la central fue que el paso estaba abierto “solo —para— vehículos” y cuando el mando preguntó si no había aglomeraciones, desde el otro lado le comunicaron que no, pues si bien había varias personas reunidas alrededor de los heridos, incluyendo Lucas Villa, otras decenas de manifestantes huyeron del Viaducto ante el sonido de los disparos.
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