Investigador de la Comisión de la Verdad que entrevistó a alias Otoniel es amenazado

Andrés Célis había denunciado el robo de dos grabadoras y un computador en el que se encontraban las entrevistas con Dairo Antonio Úsuga, máximo cabecilla del Clan del Golfo

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Andrés Célis es el mismo investigador que denunció el robo de dos grabadoras y un computador, en su vivienda, en el que se encontraban las entrevistas con Dairo Antonio Úsuga, máximo cabecilla del Clan del Golfo(PONAL)/Handout via REUTERS ATTENTION EDITORS - THIS IMAGE WAS PROVIDED BY A THIRD PARTY. NO RESALES. NO ARCHIVES
Andrés Célis es el mismo investigador que denunció el robo de dos grabadoras y un computador, en su vivienda, en el que se encontraban las entrevistas con Dairo Antonio Úsuga, máximo cabecilla del Clan del Golfo(PONAL)/Handout via REUTERS ATTENTION EDITORS - THIS IMAGE WAS PROVIDED BY A THIRD PARTY. NO RESALES. NO ARCHIVES

El viernes 8 de julio se conoció un documento de la Comisión de la Verdad enviado a la Fiscalía General de la Nación en el que se denunciaba que el investigador de la entidad Andrés Célis, quien acompañó al comisionado Alejandro Valencia en las entrevistas a Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, máximo cabecilla de la que es considerada la banda delincuencial más grande de Colombia, había sido víctima de varias amenazas de muerte.

El comunicado, firmado por el presidente de la entidad que pertenece al Sistema Integral para la Paz, el sacerdote jesuita Francisco de Roux, detalla que Célis había recibido nueve llamadas desde el pasado 14 de junio, en las que se le habían hecho señalamientos en contra de su integridad y se le ha mencionado el tipo de trabajo que desempeña y el lugar de su residencia.

“En el mes de junio empecé a recibir una serie de llamadas que han tenido el mismo patrón de comportamiento. No duran más de un minuto, me dicen que saben quién soy, que he hecho y que me cuide. Seguido a ese mensaje me han dicho varios improperios y groserías en mi contra. Las llamadas han sido reiteradas, van nueve hasta el momento, y en dos oportunidades pude preguntar de quién se trataba y solo recibí groserías como respuesta”, dijo Andrés Célis a Infobae Colombia.

La Comisión le solicitó al ente investigador que se adopten las medidas necesarias para garantizar la seguridad del investigador, debido a que estas intimidaciones en su contra se presentan cuatro meses después de que un sujeto desconocido ingresara a su residencia y se robara las grabadoras digitales que fueron utilizadas en las entrevistas sostenidas junto al comisionado Valencia con el máximo jefe del Clan del Golfo antes que fuera extraditado a los Estados Unidos.

En esa oportunidad, la Comisión de la Verdad exigió garantías para escuchar las declaraciones de Otoniel, quien había acudido a varias audiencias con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), y en las que se abordaron temas relacionados con sus cerca de 50 años como actor del conflicto armado, desde que conformó las filas de la guerrilla del EPL y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), hasta su dirección en la mayor banda criminal en Colombia.

Las entrevistas que adelantó Andrés Célis y el comisionado con alias Otoniel estuvieron entorpecidas, al punto que la Comisión señaló que el proceso de confesión no contaba con las garantías necesarias, debido a la permanente vigilancia por parte de miembros de la Policía Nacional y de la Dijín, y la interrupción de uno de los encuentros con Otoniel.

“Yo creo que el ejercicio de develar la verdad en Colombia va a resultar incómodo, independientemente para quien se haga. Un perfil como el Dairo Antonio, que es un hombre con más de 50 años en guerra. Obviamente, estas verdades del conflicto armado genera incomodidad, porque precisamente es eso lo que ha estado oculto durante tantos años. Las relaciones políticas y militares que él y otros excombatientes o agentes del Estado alcanzaron a tener en el desarrollo del conflicto armado”, le dijo Célis a Infobae Colombia.

Por último, el investigador Andrés Célis confirmó que no habían recibido respuesta de la Fiscalía, entidad a la que se remitió la ampliación de la denuncia por estas amenazas y que había asegurado en la reunión de seguimiento de la investigación por el robo de las grabadoras con las entrevistas de Otoniel que se tenía la hipótesis que habían sido hurtadas por un habitante de la calle.

A su vez, confirmó que tuvo una reunión con derechos humanos de las Naciones Unidas, que se comprometió en adelantar un seguimiento a estas amenazas, que se presentan dos meses después que Otoniel fuera extraditado a los Estados Unidos, entre denuncias de supuestos obstáculos para impedir que se conociera la verdad que estaba revelando, y cuatro meses del asalto a su casa.

“Este nuevo altercado que se está denunciando, estos nuevos hechos tienen una consecuencia lógica con el asalto a mii casa. No ha sido fortuito el seguimiento y la materialización de ello es que lograron entrar a mi casa a llevarse esos objetos”, concluyó Célis en diálogo con Infobae Colombia.

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