Aunque se pensaba que todos los miembros de las centrales obreras apoyarían completamente al gobierno de Gustavo Petro, en las últimas horas se conoció que al interior de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) hay una polémica porque las mayorías removieron a de Diógenes Orjuela como Secretario General de la organización ante su aparente renuencia al nuevo Gobierno.
Todo se conoció a través de Twitter, donde varios integrantes de la CUT emitieron un comunicado donde rechazaron que las directivas de la CUT sacaran, 15 contra 5, a Orjuela, de la dirección de uno de los sindicatos más conocidos en el país y que vela por los trabajadores colombianos.
El comunicado, además, lo compartió el mismo Orjuela en su cuenta de Twitter, donde el tesorero y los directivos rechazaron la decisión y catalogaron de “rebuscado” el argumento con el que finalmente decidieron apartarlo del cargo. ¿Cuál es?
“De no cumplir con la función estatutaria de firmar los pronunciamientos y correspondencias de la central, en conjunto con el presidente. La motivación invocada por la mayoría esconde el verdadero fondo de la decisión: se trata de una retaliación política por haber defendido los estatutos, el pluralismo y los principios de independencia y autonomía de la CUT, frente a poderes extranjeros, el gobierno, los patronos y los partidos, asuntos que se violan con las declaraciones del Comité Ejecutivo aprobadas los días 31 de junio y 6 de julio para apoyar la candidatura y, luego, el gobierno de Gustavo Petro, respectivamente”, señalaron.
Se asegura, además, que el exsecretario no quiso acompañar al gobierno Petro porque, como sindicato, siempre se han querido mantener al margen de los mandatos ya sean nacionales o locales, lo que habría causado la reacción de los compañeros de Orjuela de querer sacarlo de la CUT.
“Es una retaliación política por no firmar declaraciones, aprobadas por mayoría, que ponen a la CUT como apéndice de una coalición política y del próximo gobierno. La independencia no se hipoteca”, expresó el dirigente sindical mediante un trino de su cuenta de Twitter.
En el comunicado, además, se asegura que la decisión de apartar a Orjuela de su puesto en la CUT respondería “al calor de la coyuntura política” y por eso consideran que el sacarlo es “arbitrario” y genera divisiones y fracturas. “Defender la independencia, la autonomía y cuestionar cualquier intento de convertir la CUT en un apéndice del gobierno, no puede catalogarse como una falta y mucho menos que se sancione con el despojo del cargo”, señalaron.
En apartes finales aseguraron que el remover a Orjuela le enviaría un errado mensaje a los trabajadores colombianos “que precisamente se ha forjado al calor de la lucha política y gremial pero siempre respetando la militancia e independencia de sus agremiados”, dijo.
Por ahora, el presidente electo no se ha referido el tema. Sin embargo, es de recordar que no es el primer traspié del entrante gobierno con los sindicatos. La Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) se molestó con el mandatario debido a que no hicieron parte del equipo de empalme entre el actual gobierno y el gobierno entrante. Carlos Rivas, expresidente y actual ejecutivo de la federación señaló que la decisión fue sorpresiva y mostró su malestar por la decisión de ser excluidos de esta labor.
Un día después de estas declaraciones, Mauricio Lizcano, uno de los coordinadores del equipo del empalme designados por parte del presidente electo, salió a responder los señalamientos de un sector de Fecode.
“Hay un comunicado de las directivas de Fecode donde ellos se sienten cómodos en el empalme, desafortunadamente, como es una organización sindical tan grande, tiene matices y algunas personas no se han sentido incluidas, pero lo que estamos haciendo es incluirlos para que se sientan tranquilos”, aseguró ante los medios de comunicación.
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