A punto de hundirse una isla en medio del río Magdalena que no se sabe a qué departamento pertenece

La población de Isla Cabica hace un llamado de atención a las autoridades. Las lluvias han deteriorado su estilo de vida, el mismo que desde hace años ha sido precario por la falta de oportunidades y recursos

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El complejo contexto histórico de Isla Cabica mantiene a sus residentes en medio de la incertidumbre. La confusión que existe respecto a quién le pertenece el territorio hace que no exista una potestad gubernamental clara, por lo que quienes viven allí pasan diferentes necesidades. Mientras se debate si es el departamento del Atlántico o del Magdalena el que debe hacerse cargo de aquella isla, los ciudadanos piden ayuda por las condiciones en las que viven en la actualidad. Las lluvias han hecho que sufran de graves consecuencias y que la isla se esté hundiendo.

De acuerdo con lo que reportó el diario El Heraldo, en una investigación especial que hizo sobre el caso, son unas 300 las familias que están en riesgo por la falta de atención estatal. “Cabica geográficamente estaría en Soledad, pero su jurisdicción político-administrativa es de Sitionuevo, porque esa franja de tierra tiene un registro que está cargado a ese municipio del Magdalena”, afirmó el secretario de Planeación de Soledad, Leonardo Pereira.

Según detallan expedientes del territorio, fue en el año 2015 cuando la empresa Impala Terminals Colombia le pidió a la Corporación Autónoma Regional del Atlántico un permiso para ocupar el cauce con el fin de construir y montar cuatro piñas de amarre que, posteriormente, iban a ser utilizadas en dique flotante. Esta obra se iba a adelantar en el río Magdalena. Gracias a ese trámite se supo que Cabica se encuentra en el municipio de Sitionuevo en el departamento del Magdalena, sin embargo, geográficamente le pertenece al departamento del Atlántico.

“La ley número 21 del 14 de julio de 1910, que estableció el departamento del Atlántico sólo menciona las comprensiones territoriales que lo componen, pero no le describió límites. En igual situación se encuentra al departamento del Magdalena, que hizo parte de los ocho estados que integraron la Confederación Granadina de 1857, que luego con el cambio de gobierno Federal a Central en 1886, el Magdalena se convirtió en el departamento con los límites que tenía el Estado soberano sin que se conozca descripción de ellos (...) Por lo anterior mencionado se concluye que los límites entre los departamentos de Atlántico y Magdalena, para el sector de Soledad y Sitionuevo, no se encuentran definidos por una norma”, se lee en la orden entregada por el Instituto Geográfico Agustin Codazzi (IGAC).

En una entrevista con el medio de comunicación encargado de la investigación, Pamela Mayorga Ramos, directora de Gestión e Información Geográfica del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (Igac), comentó que no hay una normatividad descriptiva en lo que respecta a la línea limítrofe entre el municipio Soledad y Sitionuevo. Es por esto, dice la experta, que lo único que resolvería el lío sería abrir un proceso de deslinde en el marco de la ley 1447 que determine la participación de las partes y cada una exponga sus pretensiones y se defina por donde debería ir la línea limítrofe”.

“Desde el Igac recomendamos que inicien un proceso de deslinde de acuerdo con la ley 1447 para que rindan un oficio de apertura del proceso y así podamos aperturar el caso”, puntualizó en la charla tras agregar que aunque desde la entidad se puede prestar el apoyo para iniciar el proceso, la decisión final está en mano de los alcaldes y gobernadores involucrados.

Mientras se resuelve esto, la comunidad sostiene sus hogares con estructuras improvisadas hechas con plásticos y tablas; tienen dificultades para movilizarse de un lugar a otro por la falta de medios de transporte y vías inadecuadas, y usan el agua de la lluvia para sus actividades diarias, pues ni siquiera cuentan con servicio de agua potable. “Cuando uno se enferma, se puede morir acá porque no hay donde podamos ir. Lo que hacemos, en algunas ocasiones, es trasladarnos hasta Soledad para que nos atiendan, pero la distancia juega en nuestra contra”, manifestó Judith Lugo González, residente de la isla al diario local.

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