Universidad Nacional de Colombia propone usar la tecnología para aumentar producción de aguacate

El estudio expone que todo lo relacionado con la gestión y comercialización también serían factores que podrían estar afectando la cadena de valor del aguacate

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Imagen de archivo de una recolección de aguacates. EFE/ Luis Eduardo Noriega A
Imagen de archivo de una recolección de aguacates. EFE/ Luis Eduardo Noriega A

Después de evaluar el conocimiento y el nivel de adopción tecnológico en el sector aguacatero de Colombia, un estudio concluyó que la falta de registros de producción, costos y uso de herramientas, está afectando la cadena de valor de esta fruta. La información fue proporcionada por 125 productores de aguacate en regiones como Cundinamarca, Tolima, Caldas, Antioquia y Risaralda, que expusieron los reto a los que se enfrentan a diario.

“Aunque la producción y exportación de aguacate en Colombia ha ido en aumento y sus proyecciones son positivas, existe una brecha tecnológica –transferencia y asistencia técnica, entre otras– que impide un desarrollo más acelerado de este cultivo, lo cual frena su competitividad”, dijo Jeimmy Alexandra Cáceres-Zambrano, magíster en Gestión y Desarrollo Rural de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien lideró la investigación.

Se detalló que en el estudio se contemplaron tres etapas. La primera fue para identificar la oferta tecnológica, por lo que se exploró la literatura del país para analizar las tecnologías que se usan en el país.

Seguidamente, se pasó a evaluar el nivel tecnológico, por lo que se creó un inventario y un listado en cuatro eslabones en la producción del aguacate: cultivo, poscosecha, gestión y comercialización. Por último se identificaron los factores determinantes de adopción.

Tras realizar el listado, la investigadora encuestó a 57 expertos, entre los que había investigadores, productores, comercializadores y asistentes técnicos, sobre cuáles de esas tecnologías les parecían más o menos importantes. Con base en los datos recogidos, en la tercera fase generó una ponderación para evaluar el nivel tecnológico y aplicó una encuesta presencial a productores de los cinco departamentos para determinar con qué frecuencia utilizaban esa tecnología.

“Los productores encuestados nos sirven como una línea base para validar la metodología y tratar de escalarla al país. Aunque inicialmente pensamos que íbamos a encontrar un nivel de adopción tecnológica de medio a bajo, hallamos lo contrario: hay un nivel de medio a alto, y los departamentos con mejor uso tecnológico fueron Antioquia y Caldas”, dijo Cáceres

El estudio expone que todo lo relacionado con la gestión y comercialización también serían factores que podrían estar afectando la cadena de valor del aguacate. La experta indica que “varios productores están obviando las tecnologías blandas, es decir el conocimiento sobre el manejo del cultivo, pues lo consideran innecesario”.

En relación con la tecnología dura y las herramientas tangibles para cosechar frutos, encontró que no se usa el anillado de ramas – tecnología utilizada en diversos frutales con el objetivo de retener frutos y acelerar la floración de los árboles–, lo cual ofrece ventajas comerciales.

Por tanto, asegura que “aunque en la fase de producción y poscosecha las cosas se están haciendo bien, todavía falta capacitación para los productores; es necesario hacer una transferencia de conocimiento para explicarles cómo tratar el suelo”.

Así las cosas, en el estudio se propone mejorar la comunicación de la información existente para que no se quede solo en formación publicada en revistas o repositorios. El objetivo es que este se convierta y se ejecute en la actividad de producción y la cadena de valor en conjunto.

Una de las estrategias planteadas para que se apliquen son las parcelas demostrativas, una experiencia que funcionan cuando un grupo de expertos toma un cultivo y lo maneja asesorando al productor sobre los insumos debe aplicar en el suelo y mostrándole las prácticas de riego, control de plagas y fumigación.

Según la magíster, “es necesario trabajar en aspectos de formación académica en el sector rural, factor determinante en la adopción de tecnologías. También señala que se deben dirigir esfuerzos de extensión focalizados en los beneficios financieros de la adopción tecnológica. Además de trabajar en la percepción de los riesgos asociados con el uso de las tecnologías, pues algunos productores temen que estas prácticas les aumenten sus costos”.

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