A través de una carta y una corta muestra de la extensa memoria del conflicto armado que han registrado en imágenes los fotógrafos colombianos, un grupo de estos profesionales solicitó a la Comisión de la Verdad incluir esa memoria gráfica en una exposición que acompaña la presentación del Informe Final, pero que consideran que no tuvo la convocatoria suficiente.
“Tristemente nos encontramos con que el documento presentado de manera vasta y minuciosa mediante más de 30 mil testimonios de víctimas y actores de la guerra recogidos en los territorios durante más de tres años, va acompañado de una exposición fotográfica denominada Conflicto y Paz, que no tuvo una convocatoria abierta y una búsqueda incluyente e histórica de fotógrafos e imágenes vitales del conflicto armado en Colombia”, señalaron a través de la misiva.
Según expresaron, su intención es contribuir al propósito de la Comisión y del informe final para entregar parte de la verdad de la guerra vivida en las últimas décadas en Colombia, agregando el valor de la “fotografía documental como soporte estructural para visibilizar el conflicto de más de 6 décadas”.
Por ejemplo, consideran que el Informe Final y su presentación en las diferentes ciudades del país, como la presentación del presidente de la Comisión Francisco de Roux puede ir acompañado de imágenes explícitas y “sin ambages de lo que fue el conflicto”.
“Sin embargo, vemos que, excepto trabajos como los de Natalia Botero, Stephen Ferry y Jesús Abad Colorado, el grueso de la exposición adolece de valiosísimas imágenes de la generación de fotógrafos que arriesgamos muchas veces la vida al cubrir sucesos de gran dificultad cuando el conflicto era de alta intensidad y que forman parte sustancial del informe”, expresan los fotógrafos en su comunicación.
Además, consideran que las imágenes que ha utilizado la Comisión para acompañar sus exposiciones y los eventos asociados al informe final “ilustran más el posconflicto que el conflicto mismo, además de tener un énfasis conceptual y no eminentemente documental, como lo merece el Informe presentado de más de ochocientas páginas presentado ante la sociedad”. Porque, en su concepto, las que se han utilizado no se ajustan de manera fiel al objetivo del Informe Final y su contenido.
“Resaltamos que una muestra que va a estar en 28 ciudades de Colombia, en múltiples formatos y espacios, con una gran inversión de recursos, que busca sensibilizar al grueso de la población exhibiendo seis décadas de conflicto, debe ser lo más cercana al fiel registro de la guerra y sus momentos más tristes y álgidos para que No se repitan más”, escribieron los firmantes en la misiva.
En ese sentido, en la misiva incluyeron una selección de fotografías, que aunque no pretende ilustrar las seis décadas de conflicto registrado en las instantáneas de cientos de fotorreporteros, sí hacen parte de momentos que marcaron decisivamente la historia como el Bogotazo, la masacre de Tacueyó, el proceso de paz con el M19, la toma del Palacio de Justicia, el exterminio de la UP, la Operación Orión, las violentas tomas guerrilleras como la de Mitú, las escuelas de guerra de los paramilitares, las muertes de soldados y policías en combates o emboscadas tristemente célebres, el reclutamiento de menores, los etnocidios y magnicidios, las masacres, los campos de secuestrados por las Farc, los desplazamientos, entre otros.
Por eso piden que se incluyan en algunas de las proyecciones, así como plegables, gigantografías, también conversatorios que se realicen para presentar el Informe Final, como contribución a la selección de imágenes que ya se manejan desde la entidad.
Según expresaron, la selección fotográfica a cargo del realizador y fotógrafo documentalista Julián Lineros es una pequeña muestra de la historia del conflicto de autoría de varios fotógrafos que “expondrá la importancia de no dejar diluir estos testimonios en las quietas aguas del olvido y la indiferencia”.
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