Según los registros, se podría decir que el Ministerio de Hacienda y Crédito Público ha estado presente desde la fundación misma de la República de Colombia. Al principio conocido como Ministerio del Tesoro, la entidad siempre ha pretendido proteger la política económica de la nación. Esta cartera, como la conocemos, existe desde 1.923, cuando el presidente de ese entonces, Pedro Nel Ospina Vásquez, designó a Aristóbulo Archila en este organismo.
Desde ese momento y hasta hoy, contando el nombramiento de José Antonio Ocampo, en Colombia han pasado 72 ministros de hacienda, algunos han repetido periodo, mientras que otros tienen “fugaces pasos”. En promedio, cada presidente tiene 3 jefes de esta cartera por periodo, si se hace la cuenta desde el año 2.000, han pasado 10 nombres.
Siempre este ministerio es de los cargos que más polémica genera, todos los sectores económicos buscan que quien sea designado los beneficie para su actividad, pero, también se busca sanear las finanzas del país, por lo que las reformas tributarias se convirtieron en una labor más de su periodo en esta entidad. No debería ser, ya que cada reforma implica un cambio, casi que completo, en la forma como se cobran los impuestos, generando más burocracia, más cargas y más confusión.
Pero, en Colombia esto es “normal”; sumando al siglo pasado y este, en total se han decretado unas 50 reformas tributarias; de hecho, desde 1.998, con el gobierno de César Gaviria, y en el Ministerio de Hacienda liderado por Rudolf Holmes, van 13.
Empezando por las más significativas, nos vamos para el gobierno de Andrés Pastrana, en total tuvo 3 normativas que cambiaron la tributación en Colombia, que, hasta hoy, siguen vigentes y, de hecho, tienen un rubro más alto.
La Ley 488 de 1.998, ratificada con los Decretos 2330 y 2331, declararon al país en “emergencia económica”, y con la excusa de ayudar al sector financiero, se creó un impuesto (temporal), el 2 x 1.000. En ese mismo gobierno, pero bajo el Ministerio de Hacienda liderado por Juan Manuel Santos, se aumentó el gravamen y pasó a ser el 3 x 1.000 y permanente. Esto, con la ley 633, que también puso impuesto del IVA, 15 %, a los tiquetes aéreos internacionales.
Durante los 8 años del mandato de Álvaro Uribe Vélez, pasaron 4 ministros, la Ley 788, presentada por Roberto Junguito, les puso impuesto a los planes de telefonía celular, 20 %, se aumentó la base del IVA y este se empezó a cobrar a más bienes y servicios. Luego, con Alberto Carrasquilla, se pasó al hoy vigente 4 x 1.000, Ley 863, además de crearse impuestos al patrimonio, gravar la cerveza y los juegos de azar, entre otros.
Luego, llega Oscar Iván Zuluaga, que, en síntesis, aumentó el valor de todos los impuestos y convirtió el 4 x 1.000 en una medida permanente.
Con la llegada de Juan Manuel Santos al poder, llegó Juan Carlos Echeverry al ministerio, se delegó que el recaudo del IVA estuviera a cargo de la DIAN, se creó una reforma arancelaria y se “luchó por la evasión”. Esto sería la antesala al Paro Agrario del año 2013, el mismo de: “ese tal paro no existe”.
Con dicho estallido social, Santos ya tenía en el cargo a Mauricio Cárdenas, con el que estuvo los últimos 6 años de su gobierno, y aumentó la base gravable. La Ley 1607 determinó que las sociedades y personas jurídica debían contribuir para el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF; se excluyeron algunos bienes del IVA, pero, otros más se afectaron.
La reforma más “sonada” llegó con la Ley 1607, cuando se les impuso el IVA a más alimentos de la canasta básica familiar, a restaurantes y a la medicina prepagada. Además, se determinó que luego de ciertos montos salariales, se debía para el Impuesto Mínimo Alternativo, IMAN.
Con la llegada de Iván Duque al poder, volvió Alberto Carrasquilla al ministerio, la “Ley de Financiamiento” pretendía reducir algunos impuestos como el de renta y el ICA, pero, gravaba aún más la canasta familiar, luego de esto, se dio el más reciente estallido social, con la Ley de Crecimiento, que nunca vio la luz, pero pretendía gravar toda la canasta familiar con el IVA, además de aumentarlo.
Aunque esta ley no salió, si se fue Carrasquilla, en su reemplazo llegó José Manuel Restrepo, que instauró la Ley de Inversión Social, que es el modelo actual de tributación y que, en resumen, aumentó la tarifa sobre el impuesto de renta.
Con el regreso de José Antonio Ocampo, el nuevo gobierno de Gustavo Petro busca recaudar 50 billones de pesos, aunque no hay un texto oficial, ya se sabe que: el IVA no se toca, se gravarán las pensiones altas, se acabarán algunos programas de subsidio.
Cabe resaltar, que, según el presidente electo, esta reforma “si o si” tendrá que presentarse este año.
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