La semana pasada, la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad presentó en el teatro Jorge Eliecer Gaitán su Informe final, el relato más amplio del conflicto armado interno en Colombia, desde las voces de las víctimas. En el evento, al que asistió Gustavo Petro, uno de los ausentes fue Iván Duque, quien recibió el documento días después en un evento privado.
Tras la entrega del documento y la finalización del proceso, el padre Francisco de Roux sostuvo un dialogo en El País (España), donde aseguró que no le sorprendió la ausencia del mandatario. “La ausencia del presidente no me dolió, me pareció normal. Yo hasta pensé, honradamente, que era mejor”, dijo.
Y agregó:
“Me temo que hubiera podido ser un ambiente de reclamo muy hondo hacia él, en contraste con lo que pasó con la entrada del nuevo presidente. Las víctimas vienen con un clamor muy hondo desde hace mucho tiempo. Y nosotros no queremos polarizar el país. Nuestra gran preocupación de fondo es que el informe cree un ambiente de acuerdos entre todos nosotros, de búsqueda de la reconciliación”.
El director de la Comisión de la Verdad también dio detalles sobre la reunión que posteriormente sostuvo con el presidente Duque y señaló en que el documento entregado al país busca crear un diálogo entre las diferentes partes que permita reflexiones de fondo.
“Le dije que agradecíamos que nos recibiera, que veníamos a presentar el informe nacido del dolor de las víctimas para encontrar el camino de futuro. Él dijo que lo recibía, que agradecía nuestra presencia y que era un informe que quería que se discutiera muy en profundidad, lo cual para nosotros es muy importante. Queremos que el país entre en una conversación a fondo sobre el informe”, comentó el sacerdote.
Por otro lado, se refirió a la esperanza que tiene sobre la construcción de la paz en Colombia y mencionó que para este paso es muy importante Antioquia, una región altamente golpeada por la violencia y los diferentes actores que convergen en la zona, desde los políticos hasta los jóvenes.
“La mayor parte de los secuestrados y la mayor parte de las masacres se dieron en Antioquia, el pueblo más productivo de Colombia. Si Antioquia quiere la paz, habrá paz en Colombia. Si no la quiere, no la habrá”, comentó.
Y añadió: “Por eso me alegra tanto que el líder de Antioquia, que es Álvaro Uribe, se haya encontrado con Petro, porque es muy inspirador. También me alegra mucho la fuerza con la que la Iglesia ha entrado en un proceso de reconciliación entre todos los colombianos”.
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