El pasado 12 de mayo, la comunidad residente de la vereda San Vicente, ubicada en zona rural del occidente de La Plata, en el Huila, vivió momentos de consternación al enterarse del fallecimiento de la menor Karol Natalia Chantre, una niña de cinco años que fue violentamente asesinada por Cristián Eduardo Penna Guacas. El hombre, que fue señalado como el culpable del crimen, ahora deberá pasar 45 años y diez meses en la cárcel. Fue un Juez de Conocimientos, tras rectificar el material probatorio de la Fiscalía, ratificó la condena contra Penna Guacas.
El hombre, de 22 años de edad, fue acusado de cometer el delito de homicidio agravado tras asfixiar a la menor. El relato de las autoridades asegura que el hombre ató a la niña, de manos y pies, para luego asfixiarla con un trapo. El hombre llegó hasta la casa de la menor, se la llevó a una zona boscosa, y cometió el crimen que ahora lo tiene ante la justicia colombiana. Según se contó, el señalado homicida asesinó a la menor a modo de venganza con la madre de la menor, quien se negó previamente a sostener una relación con él. La niña fue hallada 18 horas después de su extravío, según Medicina Legal, no tenía señales de abuso sexual.
Conforme con Daniel Parada, director de Fiscalías en el Huila, se descartó que el hombre hubiera actuado en conjunto. “Está descartado totalmente que en este hecho hayan involucradas otras personas, es evidente que el hombre planeó y ejecutó solo lo sucedido. Las evidencias fueron contundentes y su responsabilidad no podía ser ocultada; una labor articulada de Policía y Fiscalía permitió la captura de este sujeto y así ser judicializado”, aclaró.
La niña, para el momento de su rapto, se encontraba en su vivienda con su hermano de diez años a la espera de la llegada de su madre. La mujer había salido a hacer ejercicio a una vereda cercana. La Policía encontró el primer rastro del paradero de la niña a 500 metros de la vivienda, en donde estaban los zapatos que llevaba puestos la menor. Para el momento del hallazgo, el cuerpo de la menor se encontraba cubierto con bolsas negras de basura.
“El niño dice que escuchó un ruido en la parte de atrás. Entonces, la niña abrió la puerta y miró. El niño vio que ella corrió como para salirse. El niño la siguió pero ya la niña no estaba, ya a la niña no la encontró. Vivimos cerca de la familia, entonces el niño fue a contarles a las tías a ver si se había ido para allá o qué. Ya bajaron las tías a buscarla y ya no, y me mandan a mí un mensaje, que si la niña se había ido conmigo. Les dije que no, que ella acaba de quedarse en la casa”, dijo la madre de la menor, para aquellos, ante la prensa nacional.
Claudia Marcela Maya, jefe de la Oficina Asesora para la Mujer, Infancia, Adolescencia y Asuntos Sociales del gobierno departamental, aseguró que hay que cuidar a los menores y fortalecer los esquemas de protección. Así mismo, invitó a toda la ciudadanía a velar por los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
“Es la relación de nuestros menores con los adultos la que hay que cuidar. En todos los escenarios posibles, en las casas, en los colegios, en los barrios, veredas y municipios. Seguir con esta pedagogía del cuidado atento y constante que impartimos desde la Escuela de Padres, para que las familias entiendan que donde hay un menor, todos deben comportarse vigilantes en torno a ese menor, todos debemos ser corresponsables de su bienestar, sobre todo los adultos, cuidadores y padres de familia”, indicó, para el momento, Maya.
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