Se cumplieron 18 años de una de las mayores proezas de la historia del fútbol colombiano e incluso del plano internacional: el 1 de julio de 2004 Once Caldas se consagró como el campeón de la Copa Toyota Libertadores, sepultando a los mejores equipos de América.
Anécdotas
Jhon Viáfara “se cagó” en La Bombonera:
El volante colombiano fue titular en la ida de la final, mientras la presión de La Boca se sentía en todo el estadio, todos los jugadores se batían como gladiadores en el campo. Sin embargo, minutos después del inicio del partido, Jhon Viáfara empezó a sentir un pequeño malestar, un simple retorcijón.
Con el paso de los minutos, el jugador se acercó a la línea y le comentó al técnico que lo dejara ir al baño, pero era una final y Montoya no quería escatimar: “cágate ahí”, le dijo, respuesta aún hace eco en medio de la historia. El jugador hizo sus necesidades y el olor se hizo sentir, pocos jugadores se acercaban y Viáfara tuvo que esperar hasta el entre tiempo para cambiarse.
Subcampeón sin medalla:
Después de perder ante los colombianos, Boca Juniors buscó el túnel de vestuarios y no esperó a la entrega de reconocimientos, los comentaristas señalaron que como buen perdedor, el ‘Azul y Oro’ debía quedarse.
“Yo no sabía que daban medalla de plata, no sabía que al subcampeón le daban medalla, es la primera vez que perdemos”, respondió el DT Xeneize Carlos Bianchi cuando se le preguntó por el actuar de sus futbolistas.
Campeones con copa rota:
En el efusivo festejo todos los jugadores corrían con la copa en medio de la romería: la gente alentaba y los camarógrafos intentaban tomar el mejor registro del momento. Sin embargo, los fuertes movimientos que tuvo el trofeo provocó que se rompiera en la parte superior, no obstante, este no fue motivo de tristezas y la celebración siguió, pues la confederación restauraría el galardón.
La gloria caldense
Uno de los protagonistas de esta historia es Luis Fernando Montoya, un técnico para aquel entonces desconocido. Los números dentro del torneo local le permitieron al equipo clasificar de manera sorpresiva a los cuadrangulares finales, luego de liderar en el todos contra todos. De esta forma, y superando todo tipo de expectativas quedó campeón del torneo apertura 2003.
El segundo semestre de dicho año fue negativo, pues se ubicó en la posición 14 y todos volvieron a asumir que el título del apertura había sido una neta coincidencia. La consagración del campeonato le dio el pase directo a la fase de grupo de la Copa Libertadores, sin embargo, teniendo en cuenta el final de la temporada 2003, pocos creían en lo que el equipo podía hacer.
El debut internacional fue esperado con ansias en Manizales, pues aunque Deportes Tolima y Deportivo Cali también participaban en el torneo, lo del ‘Blanco, Blanco era una novedad’.. El de la responsabilidad historia era el Deportivo Cali, no obstante no logró pasar de cuartos de final. El Once arribó a un grupo poco complicado, pues compartió con Maracaibo de Venezuela, Fénix de Uruguay y el mítico Vélez Sarsfield.
Sorpresivamente los clasificados a los octavos de final fueron Once Caldas y Maracaibo, fue ahí cuando la prensa empezó a enfocar al elenco del Eje Cafetero, pues era particular la contundencia de su clasificación. En octavos tuvieron que enfrentar a Barcelona de Ecuador, al que eliminaron desde el punto penal.
Ya en cuartos de final el los dirigidos por el profe Montoya los daban como eliminados, pues debían enfrentarse al mítico Santos de Brasil, que arribaba con una ‘tromba’ en la que estaba Robinho, Ricardinho y Diego Ribas. Sin embargo, los cafeteros triunfaron.
La victoria ante Santos despertó a los colombianos, quienes se volcaron para apoyar a un solo equipo, hecho sin precedentes en el país, pues nunca antes se había visto una unión tan notable en el país alrededor de un club. Los cuartos de final fueron ante Sao Paulo, ya muchos asumían que en caso de lograr una victoria era un punto extra en medio de la historia marcada. Rogeiro Ceni, Luis Fabiano y Diego Lugano, también fueron eliminados por el Caldas.
La final fue contra uno de los recientes campeones del mundo, Boca Juniors. En La Bombonera el Once sufrió pero tuvo la oportunidad de definir y soñar con la hazaña en Manizales. El 1 de julio de 2004, el Estadio Palogrande estaba colmado de hinchas, además de los millones de colombianos que tras sus pantallas vivían las emociones del partido. A los primero minutos del partido, un zarpazo de Jhon Viáfara desde fuera del área avivó a la hinchada, con el 1-0.
Los primeros minutos del segundo tiempo estaban marcados por el juego disputado, pero un centro cabeceado por Nicolás Burdisso trajo consigo el empate, resultado que llevaría a los dos clubes a definir el partido desde el punto penal. Fueron dos rondas llenas de errores, hasta que Jorge Agudelo adelanto a los colombianos y el portero Juan Carlos Henao se convirtió en héroe atajando el penal de Franco Cángele. El sueño se alcanzo, Colombia gritó y el Once salió campeón.
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