Situación fiscal, PIB, desigualdad y la relación con la empresa privada, los retos de José Antonio Ocampo, ministro de Hacienda de Gustavo Petro

El economista entregó un mensaje tranquilizador al sector privado y dio luces sobre la reforma tributaria que deberá impulsar

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El reconocido economista fue designado
El reconocido economista fue designado por el electo presidente de Colombia como nuevo ministro de Hacienda. Foto: Colprensa

El nuevo ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, designado por Gustavo Petro, no solo dio un parte de tranquilidad a todos los gremios y mercados del país, sino que ha sido muy bien recibido por todas las orillas sociales y políticas.

Académicos, altos cargos del actual y de otros gobiernos, así como representantes de distintos gremios económicos, coinciden en que Ocampo será una ficha clave para dirigir el desarrollo del país, máxime teniendo en cuenta que Colombia tiene un hueco fiscal y que hay factores de orden global que terminan afectando a su economía.

Este jueves, el economista acudió a una nueva jornada de empalme con el equipo económico del gobierno saliente de Iván Duque. Allí habló de la relación del gobierno de Petro con el sector privado y en declaraciones al noticiero de RCN, dio un mensaje tranquilidad al sector empresarial de Colombia:

“El desarrollo colombiano, como lo ha dicho el presidente electo, es un desarrollo que también depende de la empresa privada, entonces esperamos trabajar activamente con la empresa privada y activamente también con los inversionistas extranjeros, ese es un buen país para invertir”, dijo Ocampo.

Para Ocampo, el mayor reto del gobierno entrante será “la superación de las desigualdades sociales”. Se trata de un tema a largo plazo que requerirá mayor inversión social.

No obstante, también reconoce que, “algunos de los retos más complejos del próximo gobierno son los asociados con las finanzas públicas. Dados los elevados déficits del Gobierno nacional y de la deuda pública, que continúan estando entre los más altos de la historia, será necesario hacer un ajuste fiscal de unos tres puntos del PIB, de acuerdo con la regla fiscal.

Pero, por otra parte, dadas las inmensas demandas sociales, es necesario financiar en forma permanente un mayor gasto público social. Esto significa que el grueso del ajuste deberá hacerse con una reforma tributaria estructural”.

En su diálogo con RCN, Ocampo habló sobre ese difícil tema que tendrá que afrontar una vez asuma su cargo, la reforma tributaria, de la cual aseguró que será concertada con todos los sectores. Cabe mencionar que para las propuestas del presidente electo sean materializadas, se deberán recoger al menos 55 billones de pesos.

“Estamos en el proceso, ver cuáles son las alternativas y cuánto se puede conseguir a través de las distintas alternativas… Estamos en las etapas iniciales de esa discusión y, además, esto tendrá que ser concertado con el sector privado y con los sectores sociales”, señaló.

También aseguró que el nuevo gobierno buscará diferentes opciones de recaudo que no afecten a la clase media: “Es un tema que tenemos que analizar y trataremos de no afectar a las clases trabajadoras”.

Parte de esa reforma tributaria giraría en torno a la necesidad de reformular el impuesto de renta para personas naturales y jurídicas; en países de la OCDE, este impuesto es asumido en su mayoría por los ciudadanos, mientras que en Colombia es prácticamente asumido por las empresas.

Por otra parte, una transformación que Ocampo plantea para la economía pasa por el aspecto productivo. Para el nuevo ministro, el país debe dar un salto en productividad más enfocado en la investigación y el desarrollo que en las materias primas.

Además, plantea aumentar la producción en el sector agropecuario, en particular la agricultura familiar y las zonas rurales apartadas. Para eso, dice que es necesario “incorporar claramente el compromiso del Acuerdo de Paz de redistribuir tres millones de hectáreas e incluir la culminación del catastro multipropósito”.

Asimismo, habla de la necesidad de elevar los impuestos a las emisiones de carbono, a la vez de crear nuevos tributos ambientales. “La contribución de Colombia a la agenda ambiental internacional debe ser también parte esencial de la agenda de desarrollo productivo y, en ese sentido, no solo de la política ambiental. Nuestra prioridad para mitigar y adaptar al país al cambio climático debe ser a través de cambios en las formas de producción y el uso de energía”, declaró para el periódico El Espectador.

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