El deslizamiento de tierra que movió más de15 metros un muro de contención en el barrio Rodeo Alto, al sur occidente de la ciudad de Medellín, tienen en riesgo de derrumbe a la Unidad Residencial Atavanza, un conjunto multifamiliar que alberga a cerca de 2 mil personas, las cuales algunas están incomunicadas y otras con el riesgo de perder sus viviendas.
Todo empezó en la madrugada del miércoles, cuando los residentes se despertaron por el estruendo que generó un derrumbe que por poco se lleva parte de las áreas comunes del conjunto residencial, pero lo que no se salvó fue el muro de contención; la emergencia generó un bloqueo vial, que dejó incomunicados a los residentes de Atavanza.
En principio, casi 500 apartamentos, se estima, podrían estar afectados por el deslizamiento que arrastró por varios metros el muro que pesa unas 60 toneladas. Esto motivó a que las autoridades ordenaran la evacuación, inmediata, de una de las torres, la unidad 7, además se le solicitó a la constructora encargada del proyecto que demolieran la pared de contención.
“Hemos iniciado una instrumentalización del punto para hacer un monitoreo continuo con apoyo del Siata y con la constructora, que el día jueves 30 de junio iniciará con el desmonté controlado del muro”,
declaró la directora del Departamento Administrativo de la Gestión del Riesgo de desastres, Laura Duarte.
La constructora encargada es Covin, pero, la preocupación es que la estructuración del proyecto fue hecha por Jorge Aristizábal, que está vinculado con el caso del edificio Space, que se colapsó el 12 de octubre del 2013, además que también tiene parte de responsabilidad en el caso del edificio Bernavento, el cual fue implosionado en el año 2018.
La demolición del muro se tenía prevista que empezara ayer, 30 de junio, pero no empezó, por lo que los residentes comenzaron a denunciar las inconsistencias y señales de alarma, que, al parecer, se han reseñado hace una década.
El problema es que muchas de las promesas que se hicieron en los planos del proyecto no se cumplieron, principalmente las que se relacionan con los trabajos en la zona de ladera donde se erige el proyecto, en su momento denunciaron que la obra no cumplía con las normas de sismo resistencia.
Pero, este hecho ya se había presentado el año pasado, el 24 de marzo del 2021 se reportó otro deslizamiento de tierra, en uno de los extremos de la ladera, el cual da con la vía de acceso principal al conjunto Atavanza; desde ese momento, y hasta hoy, con la temporada de lluvias la situación se complica, además que la tierra se sigue moviendo.
Pues precisamente Covin instaló el muro que terminó arrasado con el más reciente deslizamiento; precisamente este pretendía contener esos movimientos, además de servir como cimiento de parte de las zonas comunes del conjunto, puntualmente la piscina y el salón social.
En este momento, el paso por la vía es restringido, pues no se ha podido recoger todo el material, por eso muchas personas, no solo del conjunto residencial, si no del barrio Rodeo Alto se han visto afectados, pues no pueden salir de este sector.
Hasta el momento el más reciente derrumbe no ha dejado heridos, o víctimas que lamentar, pero, 68 familias tuvieron que desalojar sus viviendas por la inestabilidad del terreno, por esto el tema llegó hasta el Concejo de Medellín, donde una de las residentes del conjunto, dio su versión de los hechos, denunciando que la obra siempre tuvo irregularidades.
“Nos han dicho que las obras están en manos del privado que es la constructora, pero esto no se trata de un asunto de un privado, sino de un derecho público de todas las personas que no tenemos nada que ver y n o podemos hacer nada. Se han hecho solicitudes para que se intervenga y ahora estamos en riesgo y estamos encerrados, por lo que les pido que tengan empatía”, esto fue lo que dijo Diana Duque en la plenaria del Concejo.
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