Tras la finalización de la Liga BetPlay I 2022 y el arranque de los octavos de final en la Copa Conmebol Libertadores y Copa Conmebol Sudamericana, fueron varias las criticas sobre el nivel que tienen los campeones del año pasado: Deportes Tolima y Deportivo Cali en las competencias internacionales en calidad de únicos representantes cafeteros en el continente.
Deportes Tolima no pudo pasar del subcampeonato contra Atlético Nacional el pasado 26 de junio y tuvo que medirse contra Flamengo en la noche del miércoles 29 de junio perdiendo por la mínima diferencia. Deportivo Cali, por su parte, igualó sin goles y con dos jugadores menos recibiendo a Melgar de Arequipa en el estadio de Palmaseca.
Estos regulares resultados se unen a las complejas situaciones a nivel financiero de los equipos en la primera división colombiana que, aparte de recibir ingresos por concepto de derechos de televisión, patrocinios y boletería, deben ideárselas para sobrevivir con la venta o cesión de jugadores a clubes internacionales para no perder nivel deportivo y sostener la categoría.
Sin embargo, paralelo a la difícil situación económica que atravesaron los clubes durante la emergencia sanitaria del covid-19, está latente el fenómeno del barrismo, que en muchos casos es financiado por las propias empresas deportivas para el apoyo desde las tribunas de las canchas de Colombia y el resto del continente en los juegos como visitante.
Teniendo en cuenta la violencia desatada por las peleas entre barras bravas y el mal comportamiento de algunos asistentes durante los partidos del actual campeonato en el que fueron fuertemente sancionados los simpatizantes de Unión Magdalena, Junior de Barranquilla, Millonarios F. C., entre otros, los mismos grupos de barristas se pronunciaron para reprochar las malas conductas.
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Tras los desmanes y actos de intolerancia presenciados en la noche del domingo 26 de junio en el estadio Manuel Murillo Toro tras la final de vuelta entre Deportes Tolima y Atlético Nacional, un grupo de fans del elenco Pijao en la red social TikTok reclamó cómo quedaron perjudicados de cara al partido contra Flamengo el 29 de junio por la Copa Libertadores:
Desafortunadamente en el partido de ayer hinchas visitantes y los miembros de Nacional causaron destrozos que nos perjudican al Deportes Tolima SA de cara al encuentro de Copa CONMEBOL Libertadores del miércoles. Palco visitante, jardín de occidental, mallas de los arcos, barandas, sillas y camerino visitante se han visto seriamente afectados. La administración del estadio IMDRI Ibagué en un oficio con el inventario y cálculo de los daños para hacer las reclamaciones respectivas a la Dimayor.
Fue así como el periodista deportivo manizaleño Carlos Antonio Vélez envió una propuesta este jueves 30 de junio con el objetivo de limpiar al deporte rey en Colombia de los actos vandálicos que manchan al espectáculo fuera de las canchas y después de los 90 minutos.
Así lo hizo saber desde su cuenta de Twitter, haciendo un llamado a la calma y a la transparencia con seguridad económica y salud mental para los equipos de fútbol que, según él, deben estar regidos por valores antes que por la toxicidad de los “barras bravas”:
Los clubes de fútbol si quieren tener limpieza, transparencia, salud mental, valores, decencia y seguridad económica deben alejar la toxicidad de los autodenominados “barras bravas” y + lejos deben estar quienes los respalden y reconozcan!”: dime con quien andas y te diré quien eres”
En materia de seguridad deportiva en los estadios, la propuesta de Vélez tendría peso institucional si la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) y la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) avanzan en una propuesta de carnetización de la fanaticada e identificación biométrica individual de cada uno de los asistentes a las plazas futbolísticas del país.
Esta iniciativa tomó fuerza en agosto de 2021, cuando después de casi un año de no contar con fanaticada en las gradas de los recintos deportivos para el fútbol profesional, se desató una violenta batalla con invasión de campo incluida entre hinchas de Atlético Nacional e Independiente Santa Fe por el ingreso indebido de simpatizantes verdolagas a una tribuna familiar en el estadio Nemesio Camacho el Campín de Bogotá.
En ese sentido, la Dimayor, el Ministerio del Deporte y el Ministerio del Interior determinaron incorporar más uniformados y presencia de la Sijín en los estadios de Colombia para individualizar a los potenciales delincuentes en los estadios del país, pero no se pudo atacar la causa raíz de la problemática con pedagogía, sino que las autoridades recurrieron a fuertes sanciones hacia los clubes y las plazas involucradas en los violentos actos.
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