Usualmente cuando una persona termina de fumar un cigarrillo, bota la colilla al piso, en la calle o algún espacio público. Por esta razón, se creó la estrategia piloto ‘Bogotá No es un Cenicero’ entidades del sector público y privado buscan educar a la ciudadanía sobre la correcta disposición.
Además, pretende reducir estos residuos ordinarios en el espacio público, pues de acuerdo a proyecciones desarrolladas por el Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad Piloto de Colombia, en un año se podrían recolectar 19 toneladas de colillas del espacio público.
Con esta estrategia se busca por medio de la pedagogía, la cultura ciudadana y la interacción, motivar un cambio de comportamiento en la sociedad. Por lo anterior, el Parque de los Hippies, ubicado entre carreras 7 y13 y calles 59 y 60, contará con la instalación de nueve colilleros interactivos y piezas gráficas educativas para apoyar esta iniciativa.
“Según el estudio técnico de la zona, desarrollado para la estructuración de este programa piloto, se estima que en un mes se pueden encontrar 334.000 colillas en el piso. Lo anterior equivale a que solo en este punto de la ciudad, en un año se podrían encontrar 4 millones de colillas en el espacio público”, explicó la fundadora de ‘No más Colillas Bogotá’, Cindy Perilla.
La encargada agregó también que, “una pequeña acción realizada diariamente por más del 70% de los fumadores, ha hecho que las colillas de cigarrillo sean uno de los mayores residuos en el mundo. Ahora, esta pequeña gran acción llamada ‘Bogotá No es un cenicero’ nos permitirá demostrar que juntos, ciudadanos, ONG’s, comerciantes, industria y Estado, logremos darle una solución efectiva y replicable a esta problemática, con acciones concretas y medibles”.
Por su parte, la directora de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos, UAESP, Luz Amanda Camacho, indicó que, “es muy importante que los ciudadanos se sumen a los esfuerzos que cada día hacemos desde el Distrito por mantener una ciudad más limpia y agradable. Si todos ponemos de nuestra parte, la ciudad cada día será un mejor lugar para vivir. El Distrito y las empresas privadas queremos fomentar eso, trabajar todos de la mano por un objetivo en conjunto que es Bogotá”.
Hay que tener en cuenta que son más de 80 mil canecas de basura de uso público y 5 mil contenedores de tapa negra donde los ciudadanos pueden arrojar las colillas de cigarrillo y demás residuos que generen.
Cabe resaltar que, para el desarrollo e implementación de “Bogotá No es un Cenicero” se contemplaron buenas prácticas de experiencias internacionales a partir de ciudades como Oslo, allí la implementación de la estrategia integral permitió un incremento del 145% del uso de los colilleros y una reducción estimada anual de 1,23 millones de colillas que se encontraban en el espacio público.
“Nuestra intención es reducir el volumen de colillas en el espacio público y más importante, motivar un cambio de comportamiento por parte de los adultos fumadores para que dispongan sus colillas en la infraestructura diseñada, pensada y desarrollada para tal fin. Las colillas nunca a los espacios públicos como calles, parques, andenes, humedales, ríos, entre otros”, mencionó Silvia Barrero, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Philip Morris International en el Clúster Andino.
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