Debido a las fuertes lluvias, la quebrada Tibanica —sobre las que se vierten aguas negras— se desbordó e inundó varios barrios, creando además una espuma blanca que alcanzó hasta los cinco metros de altura en Soacha, Cundinamarca. Después de que los habitantes de la Comuna 4 pidieran ayuda, la alcaldía del municipio y el Cuerpo Oficial de Bomberos lograron controlar la emergencia tras 14 horas de trabajo.
Las autoridades evacuaron a las personas y prestaron los primeros auxilios a los afectados; fueron al menos 240 personas en el barrio Villa Esperanza. En los barrios los Pinos y Quintanares fueron las zonas más afectadas por el vertimiento, ya que las aguas negras sobrepasaron el nivel de la quebrada, generando que algunos habitantes quedaran atrapados en ellas.
Por otro lado, en el sector conocido como Tibanica, por donde también cruzó el afluente, fue uno de los más afectados por la espuma fétida que invadió gran parte del sector. Dejó, por lo menos, 30 casas atrapadas en medio de este espesor.
La Corporación Autónoma Regional (CAR) explicó que la espuma contaminante surgió debido a la “gran cantidad de detergentes y demás sustancias químicas, mezcladas con las altas cargas de materia orgánica que llegan a la fuente hídrica”. Antes de que las autoridades llegaran a la zona, la entidad manifestó que los lugares alrededor de la quebrada no eran una zona habitable.
En contexto: Emergencia en Soacha por desbordamiento de aguas negras y espuma tóxica
Controlan la emergencia
“Ya ejecutamos la atención, caracterización y notificación de la emergencia por parte de la Alcaldía, pero se le recomienda a toda la comunidad de Soacha no arrojar más residuos ni hacer puentes artesanales que ocasionan el desbordamiento del agua hacia las vías”, explicó Dayan Caucalí, coordinadora de la Oficina de Gestión del Riesgo del municipio. Además, le recordó a los habitantes que es importante acatar esas sugerencias, pues la ola invernal seguirá hasta noviembre.
“No solo presentaremos inundaciones, sino también posibles deslizamientos, taponamiento de la red de alcantarillado y más espuma”, agregó.
Por su parte, la Secretaría de Infraestructura realizó la limpieza del canal para encauzar las aguas por medio de una maquinaria amarilla. Mientras que personal de la Defensoría del Pueblo hizo presencia en el lugar para hacerle seguimiento a la emergencia ambiental.
“La Corporación Autónoma Regional ha manifestado que adelanta pruebas y estudios técnicos a través de su Dirección de Laboratorio para identificar la toxicidad y riesgo que puede representar para las comunidades esta espuma que proviene de afluentes del río Bogotá”, manifestó la entidad en su cuenta de Twitter.
De hecho, la CAR declaró que está haciendo el monitoreo a las fuentes hídricas: “Realizamos muestreo para determinar toxicidad de la misma, provocada por turbulencia sobre estas aguas residuales”. A su vez, hizo la misma recomendación que Caucalí de no arrojar basuras a la calle debido a que “incrementan el riesgo de taponamiento y emergencias por inundaciones”.
Además de la emergencia generada por las fuertes lluvias, los habitantes del sector están preocupados debido a que el cuerpo de aguas que se desbordó está conectado con una inmensa laguna ubicada en una zona superior a la superficie del barrio Villa Esperanza. La comunidad destacó que el ecosistema también tiene un nivel muy cercano a su tope máximo.
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