En una zanja y envuelto en una bolsa negra fue encontrado el cadáver de la sicóloga Adriana Pinzón, quien desapareció el pasado 7 de junio en extrañas circunstancias y fue encontrada muerta 18 días después en la vereda Río Frío, cerca a Zipaquirá, en Cundinamarca.
Dicho crimen, que tiene como principal sospecho a su cuñado, Jonathan Torres, conmocionó a Colombia y hoy su hermana, Sandra, dio detalles de cómo fue encontrado el cuerpo de la profesional de 42 años de edad.
Explicó que fue gracias a la pericia de los investigadores del CTI de la Fiscalía. “Ellos hicieron una especie de triangulación con puntos detectados, a partir de datos que ellos obtuvieron a través de diversas fuentes como rastreo de aparatos electrónicos y demás. Así dieron con el punto y lograron localizar el cuerpo de mi hermana. Fue un trabajo arduo que tardó varios días”, dijo a El Tiempo.
También anotó que independiente de todas las pruebas existentes de lo que le había pasado a su hermana, ella y el resto de su familia lo que querían era encontrarla viva.
“Ese día tuvimos que aceptar que ella había muerto. Eso sí, murieron también todas nuestras esperanzas. Estamos supremamente tristes. Es un momento muy doloroso para nosotros”, agregó Sandra al decir que el cuerpo de Adriana ya fue sepultado tras la entrega formal que hizo el Instituto de Medicina Legal.
No buscaron a un médium
De igual forma, dijo que no es cierto que se haya buscado a un médium, un intermediario entre el mundo de los espíritus y el terrenal, para dar con el paradero del cuerpo.
“Yo no sé de dónde salió esa información. Por el contrario, desde que apareció el cuerpo de mi hermana estuvimos como familia muy reservados de hablar. Nosotros somos católicos, muy creyentes. Después de Dios, las únicas personas que siempre nos han estado ayudando son los investigadores del CTI de la Fiscalía”, anotó.
Sobre Torres, dijo que nadie de su familia sabía que él había sido policía.
“No tiene antecedentes penales, pero, al parecer, sí tiene más denuncias por parte de otras personas por sus actuaciones en el pasado”, relató.
Sandra también añadió que no les han dado más detalles de los hechos porque, según ella, cuando ocurren estos casos comienza a llegar mucha información y entonces la familia, los medios de comunicación y hasta la Fiscalía deben ser muy prudentes y revisar cada detalle con filtros.
“Algunas cosas se ajustarán a la realidad, otras no. Eso es lo que determinan los expertos que investigan”, enfatizó
En cuanto a lo que piensan de por qué Torres hizo lo que hizo, aseveró que eso es una incógnita todavía. “La única persona que puede en este momento responder a esa pregunta es Jonathan Torres. Hasta el momento él no ha querido hablar con la Fiscalía, seguramente sí lo ha hecho con su abogado”, agregó.
Jonathan Torres decía mentiras todo el tiempo
Otra persona que habló con El Tiempo fue un excompañero de trabajo de Torres. Coincidió con él en Escuadrón Móvil de Carabineros de la Policía (Emcar) contraguerrilla en el departamento del Cauca a donde mandaban a los uniformados que habían “hecho algo mal”.
Aseguró que todo el tiempo decía mentiras. “Era imposible no terminar conociendo muchas personalidades. Dormíamos, comíamos juntos, éramos muy cercanos. Por eso, sin ser un médico, le puedo decir que Torres tenía un problema psicológico grave: era mitómano”, contó la persona, que por seguridad no dio su nombre.
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