En la madrugada del pasado martes 28 de junio se registró un incendio en la cárcel de Tuluá, Valle del Cauca. La emergencia, que se registró en medio de un motín, dejó como saldo 52 reclusos muertos. Esta noticia causó consternación en todo el territorio nacional.
El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, fue uno de los mandatarios locales que se pronunció sobre la tragedia. El mandatario local enfatizó en las problemáticas que persisten, no solo en Tuluá, sino también en su ciudad.
Ospina lamentó lo sucedido y envió un mensaje de condolencias a las familias de los reclusos que fallecieron, en su mayoría, por inhalación de humo.
“Nos ha dejado realmente impactados lo que han sufrido los internos de la cárcel de Tuluá, la solidaridad y condolencias para las familias de estos 51 fallecidos, pero eso es un evento que puede ocurrir también en la jurisdicción de Cali”, dijo el alcalde Ospina.
Además, aprovechó para hacerle una solicitud al Gobierno nacional respecto al tema carcelario en la ciudad. Durante un consejo de seguridad donde se analizó la situación en las cárceles de Cali, el alcalde señaló que se necesita una declaratoria de emergencia.
La petición de Ospina responde a la crisis carcelaria que se da, principalmente, por el hacinamiento en esos espacios.
Cuál es el objetivo de declarar emergencia carcelaria
Con esa medida, que solicitó la Alcaldía de Cali al Gobierno, se busca tener una mejor y más efectiva gestión en los planes de reacción ante situaciones eventuales al interior de los penitenciarios.
“Primero, que se tengan planes de contingencia frente a cualquier evento al interior de los diferentes sitios de reclusión que tiene la ciudad, que se sepa qué hacer frente a un incendio, frente a un terremoto, frente a un motín, frente a cualquier siniestro que ocurra, tiene que haber todo un plan de contingencia y todos los guardas deben estar calificados para saber qué hacer”, explicó Ospina.
El segundo punto que mencionó el alcalde Jorje Iván Ospina es el trabajo permanente con el Consejo Superior de la Judicatura.
El mandatario explicó que la idea con esta corporación es acelerar los procesos penales y que los sindicados lleguen a su estatus de condenado y puedan ser trasladados a centros penitenciarios en el país.
De acuerdo con cifras de la Alcaldía de Cali, en la actualidad en las estaciones de Policía de la ciudad hay 1.860 personas recluidas, superando en un 500 % la capacidad de estos espacios, mientras que la cárcel de Villahermosa tiene 4.550 internos, con un hacinamiento del 117 %.
“Lo tercero que se busca es una solución temporal, que podamos tener en Cali un verdadero centro de reclusión transitoria para poder descongestionar las inspecciones de Policía, y la solución estructural es que una concurrencia de la Alcaldía, la nación y el departamento nos posibilite construir un centro de altas capacidades donde efectivamente las personas sean resocializadas y educadas”, puntualizó el alcalde de Cali.
Sobre ese centro de reclusión que mencionó, Ospina indicó que se proyecta como un gran centro de rehabilitación de 24 hectáreas ubicado en el oriente de la ciudad. Así mismo, aseguró que habría una amplia oferta educativa al interior del pena, incluyendo los servicios de educación del Sena.
“Necesitamos un espacio para la horticultura, para talleres de formación, para educación con el Sena”, expresó el mandatario.
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