Desde la sede del partido Centro Democrático, del cual es líder natural, el expresidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez dio declaraciones después de la histórica reunión con el presidente electo y opositor suyo de vieja data, Gustavo Petro, que tuvo lugar durante la mañana de este miércoles 29 de junio.
Entre otras cosas, como conclusión el exmandatario invitó a los colombianos a no irse del país y a trabajar con emoción por él, justo como él lo seguirá haciendo. Esto, debido a que algunos seguidores de su partido y otras personas manifestaron su intención de emigrar ante el triunfo electoral de Petro.
“¡No, no! ¡No se vaya nadie del país! ¡Trabajemos, trabajemos, trabajemos! ¡Trabajemos de manera alegre! Los invito a seguir en Colombia. A seguir en la patria con entusiasmo, con trabajo, con creatividad y con buena fe. Ahí se van superando dificultades”, manifestó el político antioqueño.
Uno de los motivos por los cuales algunos uribistas amenazaban con irse del país tienen que ver con las posibles alzas tributarias que enfrentarían, por ejemplo, por patrimonios que “por bien que se les mantenga y se les explote, dan una rentabilidad de menos del 1 %”. Según él, el presidente electo tenía buenas palabras para el avalúo multipropósito elaborado en el gobierno de Iván Duque.
Uribe contó que también habló con Petro sobre los impuestos a los patrimonios y los dividendos, temas que están contemplados en la agenda del presidente entrante. Sobre este rubro, el exmandatario calificó la conversación como “constructiva, argumentada y con números”.
Otro motivo que ha causado emigraciones masivas de colombianos en la historia ha sido la inseguridad; en su época, esta se presentaba principalmente en las áreas rurales, pero el problema que —en palabras de Uribe— enfrentará en esta área es el microtráfico, que reside en los cascos urbanos y “tanto daño hace a la sociedad colombiana”. Dijo que una de las herramientas para regularlo es reforzar la economía popular.
“Nosotros somos de la idea de que Colombia tiene que aumentar sustancialmente la financiación de la economía popular. Con el presidente Petro hay acuerdos en esta materia como parte de la solución integral de violencia”, añadió.
Advirtió que uno de los garantes de esa seguridad son los policías y soldados de Colombia, por quienes dijo profesar “un gran amor” y a quienes calificó de profesionales, que mantuvieron a Colombia en democracia en los tiempos de las dictaduras de finales del siglo XX. Por ello, en la conversación abordaron el tema de reformar la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) para dar un tratamiento diferente a sus integrantes.
“Porque una cosa es que un exguerrillero reconozca que cometió un delito que hacía parte de su razón de ser, y otra cosa es que pongan a un militar a autoincriminarse, para salvar su libertad, reconociendo un delito que era lo contrario a su deber”, dijo el expresidente, aunque no detalló la reacción de Petro a esta solicitud.
Ante la posibilidad de extender los diálogos de paz para integrantes de las disidencias de las FARC o el ELN, el expresidente manifestó que no es justo dar tantas oportunidades a quienes no han sabido honrarlas, como fue el caso de algunos excomandantes que se apartaron del acuerdo final y fundaron la Segunda Marquetalia.
“Uno también se pregunta por qué a los (criminales) de lesa humanidad, que el país les ha dado tantas oportunidades, hay que seguirles dando más. ¿Hasta cuándo eso contribuye a la paz? ¿Hasta cuando contribuye al mal ejemplo y a la reproducción de la violencia?” puntualizó.
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