En el más reciente estudio de EVA, Evaluación Agropecuaria Municipales, que es creado por la Unidad Unidad de Planeación Rural Agropecuaria, Upra, reveló que solo se está aprovechando el 13,5 por ciento de las 39,2 millones de hectáreas que tienen potencial para cultivar.
Como evidencia el informe, solo hay 5,3 millones de hectáreas cultivadas en Colombia. Cabe destacar que aquí solo se habla del área que resultó siendo productiva, pues en siempre la cifra en un poco más superior, ya que no toda el área que se siembra resulta con producción de alimentos y flores.
“La actividad agropecuaria se enfrentó grandes desafíos durante el 2021, producto del incremento en los precios de las materias primas, así como en la tasa de cambio. Estas circunstancias han afectado la estructura de costos de producción en los diferentes sectores productivos, lo que ha tenido efectos negativos en los precios al consumidor y el ingreso de los productores. Sin embargo, se garantizó el abastecimiento de alimentos en nuestro país”, señaló el director de la Upra, Felipe Fonseca Fino para La República.
También muestra una caída leve en las zonas sembradas frente al 2020 por la incidencia de la pandemia, “con una disminución del 1,4%. Los cereales y los tubérculos fueron los cultivos con mayor área sembrada en el primer semestre del 2021: más del 85% del total de áreas cultivadas. La mayor caída en siembras se registró en los tubérculos, un 6,7%, mientras que los cultivos del grupo de leguminosas y oleaginosas y hortalizas registraron variaciones del 3% y –0,4%, respectivamente”, señala el informe de la Upra.
El arroz y el maíz siguen siendo los cereales más sembrados en Colombia, pues representan más de un sesenta porciento del total de tierras cultivadas en el país.
Uno de los cultivos que fue más fuertemente afectado por su poca siembra son los tubérculos, representados en la papa y la yuca, pues disminuyeron las áreas en un 3,5 % y 9,9 %, respectivamente, frente al 2020. El análisis enfatiza que debido a los precios bajos registrados no se le dio prioridad a la siembra de estos alimentos en el primer trimestre del 2021.
Otra de las siembras que se vieron afectadas fueron las del frijol y el ñame que registraron reducciones en su cultivo de cada uno en un -3,5 % lo que representa 1.971 y 1.138 hectáreas, respectivamente. En paralelo a esto los cultivos como la cebolla larga subieron en 4 por ciento y las plantas aromáticas en un 3,2 %.
Los picos de cosecha del maíz, el arroz y la papa se registraron en agosto, mientras que la oferta disminuye en octubre y noviembre. En caso de la yuca y ñame (siembras del primer semestre del 2021) los picos de la siembra se presentan al final del año y a principios del 2022.
Finalmente el estudio señala que hubo una estabilidad en la producción en el 2021, que estuvo 0,1 % debajo del total del 2020. La disminución fue consecuencia de las afectaciones por cuenta de del paro nacional en los meses de abril y mayo, en los que se bloquearon varias vía a nivel nacional que tienen un tráfico significativo de los por parte de los transportadores de alimentos.
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