Adelantándose al cronograma, el presidente Iván Duque anunció este 27 de junio que antes de terminar su mandato decretará el 30 % de las áreas marinas del país como zonas protegidas. Esta acción sirve para preservar los ecosistemas y reunir recursos que impulsen estrategias medioambientales.
“No vamos a esperar al año 2030. Esto es, ante todo, un hecho histórico, porque Colombia se sitúa como uno de los primeros países del mundo, si no el primero, en alcanzar ese 30 % de áreas marinas protegidas”, afirmó el mandatario en la ceremonia de apertura de la Conferencia de las Naciones Unidas (ONU) sobre los Océanos, en Lisboa.
Cabe recordar que Colombia se había comprometido a tener el 30 % de sus áreas marinas como zonas protegidas a más tardar en 2030, pero Duque sostuvo que esta es una tarea que no da espera. Así las cosas, con esta acción anticipada, Colombia se convertirá en el primer país del hemisferio occidental en haber protegido la mayor cantidad de sus espacios marinos.
Esto significa que, en total, el país tendrá 28 hectáreas acuáticas protegidas. Esta declaratoria tiene implicaciones para las poblaciones ribereñas y los animales.
En este sentido, desde el Gobierno nacional señalan que tienen planeado que los pescadores artesanales se conviertan en protectores de otras zonas marítimas, para así trabajar con ellos y educarlos acerca de los efectos que tiene ese oficio. El objetivo es que aprendan a diferenciar cuando la pesca tiene impactos negativos en los ecosistemas y lograr que cesen las actividades en estos casos.
También se indicó que se quiere conectar esta declaración de áreas protegidas con mecanismos para lograr el pago por servicios ambientales.
Además, el presidente Duque indicó que Colombia también desarrolla políticas como la restauración de un millón de corales en su territorio, los programas de carbono azul para la protección de manglares y la consecución de recursos de la filantropía global para desarrollar proyectos de conservación. Recalcó que el país se unió a la constitución del área protegida marina más grande del planeta, ‘Hermandad’, junto con Ecuador, Panamá y Costa Rica.
“La semana pasada logramos cerrar de manera financiera un programa que se conoce como Herencia Colombia, que trae más de 116 millones de la filantropía mundial, un aporte concomitante del Gobierno colombiano, para que la declaratoria de áreas protegidas traiga consigo recursos para materializar la conservación futura”, recordó Duque.
Por otra parte, se reiteró el llamado a enfrentar la pesca de arrastre, que está produciendo “daños irreversibles” en los mares. El Gobierno sostuvo que esta es una especie de deforestación, pero acuática, ya que destruye arrecifes coralinos y así se pone en riesgo el hábitat del 45 por ciento de la vida submarina.
“Hoy tenemos que asumir que la declaración de áreas protegidas marinas es también para enfrentar semejante destrucción, pero también para mostrarles a las comunidades de pescadores de las naciones que puede haber fuentes adicionales de ingreso si tomamos ese camino, si aumentamos las áreas protegidas”, concluyó Duque.
El Gobierno destacó que se logró que el Congreso aprobara, de manera unánime, la Ley de Acción Climática, que incluye aumentar las áreas protegidas. Adicionalmente, Colombia impulsa la Declaración de Líderes Globales por la Conservación, que establece que para el año 2030 se tendría el 30 % del territorio declarado como área protegida.
Pero a pesar de la afirmación y los compromisos hechos, el mandatario ha recibido críticas que por no impulsar el Acuerdo de Escazú, uno de los proyectos latinoamericanos más importantes para proteger la fauna, la flora y a los activistas medioambientales. El Acuerdo de Escazú es fundamental para establecer garantías sobre el acceso a la información y a la justicia en asuntos ambientales como la protección de líderes ambientales. Se resalta la importancia de este último punto ya que según la organización internacional Global Witness, Colombia ocupa el primer puesto de países con más asesinatos de defensores medioambientales reportados el año pasado.
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