El empresario ganadero José Félix Lafaurie, esposo de la senadora del partido Centro Democrático María Fernanda Cabal, aseguró a través de una columna de opinión que está dispuesto a dar el beneficio de la duda y conversar con el presidente electo de Colombia, Gustavo Petro Urrego.
El presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganadero (Fedegán) aseguró, en su espacio para la agencia Colprensa de este viernes 25 de junio, que se debe acatar la decisión de los colombianos de elegir a un presidente de izquierda, “pues los demócratas no podemos serlo solo cuando el dictamen de la democracia nos favorece”. Entonces, los sectores sociales deben trabajar alrededor de esa realidad.
Para hacer más claro su punto, Lafaurie citó a Álvaro Gómez Hurtado, líder conservador asesinado en 1995 a quien el empresario ganadero consideraba su mentor político: “a la gente hay que creerle”, premisa a la que Gómez se apegó para liderar la Asamblea Nacional Constituyente de 1991 junto con Carlos Pizarro Leongómez, miembro del grupo subversivo M-19, que lo secuestró años atrás y al que perteneció el hoy presidente electo.
Aseguró que Petro está llegando a acuerdos con otros sectores sociales y acordar sobre lo fundamental, como decía el mismo Gómez Hurtado. “La democracia no es unidad ni unanimismo, y por ello el disenso es su elemento esencial, para construir, a partir de visiones encontradas, nuevos consensos en beneficio del bienestar general”, añadió Lafaurie.
Por ello, el empresario ganadero afirmó estar dispuesto a concertar con el gobierno de Gustavo Petro en nombre del gremio y sus intereses.
“Si la actitud es de concertación, Fedegán está dispuesto a confrontar visiones y buscar consensos frente a un objetivo común; con independencia, respeto y dignidad; sin perder de vista los derechos y expectativas de los ganaderos, pero atendiendo el consejo de quien fuera mi mentor: ‘a la gente hay que creerle’. Y ahí estaremos”, anotó el presidente de Fedegán.
A continuación, Lafaurie reconoció que el campo está concentrando la pobreza del país —aunque discrepa con Petro en las causas y soluciones de ese hecho— y le interesa convertir al campo colombiano en generador de riqueza a partir de la producción de alimentos.
También reprochó que “la industrialización es necesaria, pero no es nuestro potencial, frente a países con 200 años de formación bruta de capital fijo desde la Revolución Industrial, y con delantera inalcanzable en ciencia y tecnología”. Finalmente, añadió que él y Petro manejan conceptos diferentes sobre la productividad de la tierra, pero que está de acuerdo en poner impuestos a quien posee tierras que no estén produciendo.
Esta extraña reacción conciliadora del ganadero Lafaurie se suma a las de varios líderes que discrepan con la visión de país de Gustavo Petro pero están dispuestos a compartir sus ideas con el presidente electo. La más notable de ellas es la de Álvaro Uribe Vélez, a cuyo partido —el Centro Democrático— está afiliado la esposa de Lafaurie.
“He invitado al expresidente Álvaro Uribe Vélez, a quien me he opuesto durante todo este siglo, a hablar conmigo sobre temas del país. Pero es simbólicamente, porque adicionalmente lo que queremos en realidad es que millones de colombianos y colombianas se pongan en modo ‘diálogo’. Un diálogo vinculante, no simplemente un diálogo para hablar. Un diálogo para tomar decisiones y llegar a acuerdos”, indicó el senador progresista, quien asumirá el mandato el próximo 7 de agosto.
Ante esta invitación, la cual fue extendida al exalcalde de Bucaramanga y excandidato por el movimiento independiente de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, Rodolfo Hernández, el expresidente Álvaro Uribe agradeció el llamado a entablar un diálogo y afirmó que acudirá como representante del Centro Democrático, partido del actual gobierno del cual es líder natural, “son visiones diferentes sobre la misma patria”, concluyó.
Por su parte, Gustavo Petro le respondió que era bienvenido a lo que definió como la “era del diálogo”, al tiempo que le agradeció por su repuesta positiva ante este llamado, señalando que estaba seguro que, “Colombia agradecerá el que encontremos puntos comunes para una patria común”.
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